La Selección de Brasil jugará por primera vez en su historia con una camiseta completamente negra este sábado cuando dispute un amistoso contra Guinea en Barcelona como acto contra el racismo. La decisión de la Confederación Brasileña de Fútbol es con el objetivo de visibilizar el problema y tratar de ayudar a generar un cambio en la sociedad.
El encuentro entre Brasil y Guinea se jugará en suelo español donde Vinícius Junior fue víctima de ataques racistas en un partido de la Liga de España entre Real Madrid y Valencia, hace tres semanas. Los hechos obligaron al Gobierno brasilero a salir en defensa del delantero de la Selección Nacional.
Los jugadores de la Verdeamarela utilizarán la camiseta durante el primer tiempo del partido y para el segundo vestirán el tradicional uniforme de casaca amarilla y pantalón azul, que incluirá un mensaje alusivo a la lucha contra la discriminación por raza. Durante su historia, Brasil había lanzado camisetas negras como parte de la segunda o tercera vestimenta, pero nunca la había lucido en partidos oficiales.
Según el comunicado, la iniciativa hace parte de una serie de acciones organizadas por la CBF con el objetivo de combatir el racismo. Para Ednaldo Rodríguez, primer afrodescendiente en presidir la CBF, "ese es un tema prioritario" en la entidad y el fútbol tiene el poder de abrir caminos que fomenten la tolerancia y el respeto entre las personas.
"Hicimos un seminario para abordar el tema, creamos un grupo de trabajo con 60 personas que se reúnen periódicamente para avanzar discusiones y propuestas", señaló el directivo, citado en el comunicado. "Somos la única federación de fútbol del mundo que ha creado un dispositivo que prevé la pérdida de puntos por actos de racismo", agregó el directivo.