"El fútbol es un deporte particular, distinto al rugby, tenis o basquet. Tiene mucho que ver lo subjetivo del árbitro.
Sería muy difícil que una máquina nos influya en un fallo", fue determinante Guillermo Marconi, titular de
SADRA, el gremio más joven del arbitraje local. En la vereda opuesta, su par en la Asociación Argentina de Arbitros (
AAA) Federico Beligoy ofreció una postura singular:
"vengo pidiendo a ritos la tecnología".
Para Marconi, el uso tecnológico puede estar circunscrito a un sólo aspecto, el que ya fue aprobado por la FIFA y puesto en práctica en el último mundial, pero poco viable por su costo. "Excepto una cuestión puntual si entró o no la pelota, en el resto es al menos discutible. Por una cuestión de costos, saldría unos 150 mil dólares por estadio, no se pudo tener el sistema del mundial para saber si entró o no la pelota en el fútbol argentino", detalló Marconi en diálogo con
TyC Sports.
"Hace 40 años los árbitros entraban a un campo con dos tarjetas y el silbato y era observado, criticado y evaluado con una cámara. Hoy con 15 camaras, supermotion, zonas pintadas, slow motion, telebeam, e imágenes HD, nosotros seguimos saliendo a la cancha con las dos tarjetas, el silbato y un intercomunicador desde hace unos años. Vengo pidiendo a ritos la tecnología", admitió Beligouy a la misma señal de cable.
Lo que disparó la polémica,
fue la actuación de Delfino -afiliado a la AAA- y en el análisis de la situación ambos mostraron diferencias. El punto crucial es si la decisión del árbitro cambió a partir de la información que brindó el cuarto árbitro -Lucas Comesaña- y su origen: la TV o la propia observación. "Este recurso no está autorizado. Los asistentes me aseguran que no recurrieron a la tecnología. Cuando se arma semejante revuelo en jugadas de este estilo, nos calmamos primero y luego rebobinamos la jugada mentalmente para tomar la decisión final y
eso fue lo que pasó", aseguró Beligoy.
En tanto, Marconi se mostró -al menos sutilmente- algo más desconfiado. "No hay prueba o evidencia de que a Comesaña le haya dicho un productor o cameraman (cómo fue verdaderamente la jugada). Solo hay indicios para pensar si fue así. Pero hay que creerle a los árbitros, aunque
es raro que desde tan lejos haya tenido una mirada más profunda que la del propio árbitro", señaló el hombre de SADRA. "El error no fue rectificar, sino no preguntarle a Comesaña vos lo viste o te lo contaron.
Esa es la pregunta que faltó para no caer en una mala praxis", consideró.
"En definitiva se terminó haciendo justicia. Los que dicen que un productor de TV lo advirtió, en realidad estaba diciendo algo más parecido a lo que se cobró inicialmente. El cuarteto arbitral está comunicándose por circuito cerrado. Si recibimos información, es parcial y no la tenemos que tener en cuenta", aseveró, en tanto, Beligoy.
Sin embargo, aunque siempre aclaró que le da la derecha al árbitro independientemente de su afiliación, Marconi argumentó su sospecha velada. "Si participó la tecnología,
hay un reglamento que respetar. Igual que en la justicia penal, donde si haces una escucha sin autorización judicial por más que una persona se incrime, la prueba es nula. Acá es lo mismo. La justicia se hace como corresponde, acorde la reglamentación vigente.
No se hace justicia a cualquier precio", remarcó el exarbitro.
"Asi como te lo comenta un productor, te lo puede comentar una persona de un equipo que tiene intereses. No podés guiarte por lo que te dice alguien. Para algo está reglamento de la FIFA. Si ocurrió, está mal y hay dos errores: el penal cobrado y la expulsión -porque no fue- y luego retractarse apoyado en cuestiones tecnológicas", indicó Marconi, quien se movió en la ambigüedad de declarar dándole la derecha al discurso oficial de Delfino y condenarlo por lo que en realidad supone.
"Son presunciones lógicas. Acá no pasó a mayores porque ganó Velez, sino llegaba a la FIFA como queja de Vélez. Entrando en territorio de indicios, uno puede suponer de que hubo otras cosas (las imágenes de la TV), no obstante
hubo un desmanejo y por eso lo paran", dio por seguro Marconi. Ante la posibilidad de que el árbitro sea sancionado, Beligoy minimizó el escenario. "Pedir una sanción o no, es relativo. La tenga o no, no soy el encargado de decidir esto, no va a cambiar para nada su capacidad", cerró. Mañana, se conocerá si Delfino tendrá descanso.