La categoría '96 de River es una de las más productivas de la historia del club. En el 2013, se lo mostraron al mundo: le ganaron al Barcelona, al Atlético Madrid, y se consagraron campeones del Mundial sub-17 que se disputó en España. De ese equipo, ocho jugadores llegaron a Primera. Entre ellos, Sebastián Driussi y Emanuel Mammana. Ambos firmaron con Zenit. Matías Kranevitter, otro diamante de las inferiores millonarias, se sumó hoy: firmó a cambio de nueve millones de euros.
Kranevitter fue emblema de River en dos Copas Libertadores. La primera, fue la sub-20, donde River se consagró en el 2013 con el Colo como figura en la mitad de cancha. Dos años más tarde, ya afianzado en Primera, brilló junto a Leonardo Ponzio: se ganó la titularidad y se transformó en una pieza clave del equipo comandado por Marcelo Gallardo.
Roberto Mancini, técnico del Zenit, confía en los jugadores argentinos. Mancini tuvo futbolistas nacionales en todos los títulos de liga que ganó como entrenador. Ahora sumó a cuatro: además de los tres ex River, también llegó Leandro Paredes, proveniente de Roma. Driussi ya se ganó la titularidad, y Mammana, quien arribó la última semana, comienza a pelear el puesto. A Kranevitter lo espera el dominio total del centro del campo.
Kranevitter no tuvo una buena experiencia en el fútbol español. Llegó al Atlético Madrid, donde parecía que iba a tener continuidad, pero Diego Simeone no le dio el espacio. En su cesión al Sevilla, bajo las órdenes de Jorge Sampaoli, tampoco levantó vuelo. En Rusia espera reconvertirse, recuperar la fuerza con la que dominaba el juego de River.
En los próximos días desembarcarían más argentinos. Emiliano Rigoni está a punto de cerrar su transferencia, y Santiago Ascacibar también tiene avanzada su negociación. Así habrá seis argentinos en el plantel: entre ellos combatirán el frío de San Petersburgo.