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Con goles de Pervis Estupiñán, en contra, y Sadio Mané, Liverpool se impuso a puro fútbol por 2-0 en condición de local y dio un gran paso a la final.
Liverpool cumplió con las expectativas previas y doblegó sin atenuantes a un sufrido Villarreal, que solo aguantó un tiempo con la valla invicta y terminó siendo dominado y derrotado con un 2-0 que lo obliga a una hazaña para la segunda semifinal de la Champions League, el próximo martes 3 de mayo, en España.
El elenco que dirige Jürgen Klopp fue dueño absoluto del encuentro de ida. Asumió la tenencia del balón, tuvo las chances más claras y arrinconó a los Submarinos contra el arco del argentino Gerónimo Rulli durante casi toda la jornada.
En el primer tiempo, pese a a haber hecho méritos, el marcador permaneció en blanco, pero para el inició del complemento se tradujo al resultado lo que se expresaba en el campo de juego.
A los 53 minutos, Liverpool la movió de izquierda a derecha en zona de ataque, Jordan Henderson levantó el centro y la pelota se desvió en Estupiñán, dejando descolocado a Rulli, quien atinó a un manotazo pero no logró desviarla y el cuero se metió por el segundo palo.
Y tan solo dos minutos más tarde, llegó el 2-0: Mohamed Salah se deshizo de su marcador con una cambeta, advirtió la diagonal de Sadio Mané y la soltó justo para que el senegalés la puntee con su botín derecho ante la salida desesperada del guardameta argentino.
Con estas dos conquistas, el Liverpool puso bajo llave la primera semifinal con méritos de sobra, mientras que Villarreal deberá cambiar por completo si aspira a alcanzar la final frente a Manchester City o Real Madrid (4-3 en la ida).
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