El momento cumbre del equipo fue en la revancha ante Wilstermann en el Monumental, el 21 de septiembre, cuando tenía que sacar una diferencia de 4 goles para pasar (y sin descuidar el arco propio por el gol de visitante). Fue una noche histórica, con 8 gritos y actuaciones deslumbrantes. Los 5 tantos de Scocco y el tremendo partido de Enzo Pérez, que anotó un golazo casi de área a área. Un partido que ya está en la historia del club.
Luego de ganarle a Lanús, de local, con solvencia y para ponerse en ventaja 2 a 0, en la revancha de la semifinal ocurrió el desastre: a falta de pocos minutos para el final del primer tiempo, llegó la peor noche de todas en muchos años. Perdió un partido increíble por 4 a 2 y quedó afuera de la final de la Copa Libertadores, y golpeadísimo, a las pocas horas cayó de local ante Boca en el Monumental.
Nacho Scocco llegó para jugar el último partido del semestre pasado, nada menos que en el primer cruce de octavos de la Libertadores. Fue titular y abrió el marcador del partido. No le pesó la camiseta y aun cuando se fue Alario no hizo extrañar en nada al goleador anterior. Tuvo grandes partidos y fue el mejor porque mantuvo una regularidad que no logró tener todo el equipo en el semestre.
Germán Lux llegó para hacerse cargo del arco de River y arrancó bien, pero se fue diluyendo hasta cometer errores graves que acabaron haciéndole perder el puesto a manos del tercer arquero, Enrique Bologna, que no estaba en los planes de nadie. Quedó expuesto en tres partidos, Lanús, Boca e Independiente, donde además lo expulsaron por un error que lo mandó derecho al banco de suplentes.
La gran cantidad de goles que recibió el equipo y que desnudó los problemas defensivos y las dudas que tuvo el arco de River, un puesto que ocuparon los tres hombres del plantel. La dupla Maidana-Pinola no fue lo que se esperaba y por eso hubo tantos cambios en esa zona del equipo, donde hasta los laterales entraron y salieron porque no pudieron afianzarse con el correr de las fechas.
Enrique Bologna, que era el tercer arquero y que venía de una lesión en la cintura de la que se recuperó casi milagrosamente, acabó siendo el titular de manera impensada. Los otros dos jugadores que se ganaron un lugar impensado fueron Gonzalo Montiel, que estaba por irse a inicios del semestre y se quedó para acabar siendo el lateral derecho titular, y Saracchi, quien le ganó el lugar a Casco.
Scocco anotó 14 goles en el semestre, en 21 partidos y 1472 minutos jugados, una marca muy buena que al no ser acompañada por otro jugador, no le dio rendimiento al equipo en todos los frentes. El ex jugador de Newell´s marcó en todos los partidos clave de River y jugando apenas 6 partidos de la Libertadores sumó 8 tantos, siendo uno de los top de la edición que al final ganó Gremio.
En este rubro el dato sorpresivo lo aporta Carlos Auzqui, el jugador con más presencias, ya que estuvo en 22 de los 23 partidos oficiales del equipo. Disputó 1332 minutos y 12 juegos de titular y 10 de suplente. Mientras que el que más tiempo estuvo dentro del campo fue el capitán Leonardo Ponzio, quien en 18 partidos sumó 1620 minutos jugados.
El equipo de Gallardo jugó tres competencias y sumó 23 partidos oficiales; 12 de la superliga (ganó 4, empató 3 y perdió 5, con 16 goles a favor y 18 en contra), 6 de la Copa Argentina (ganó los 6 con 19 goles a favor y apenas 3 en contra) y 5 por la Libertadores (ganó 2, empató 1 y perdió 2 con 12 goles a favor y 8 en contra). En total, la efectividad ofrece un 58% y un saldo favorable de 18 goles.
Al cerrar con un título, River termina el año con una alegría que mejora el empuje para los objetivos de la temporada que viene, con tres competencias en el primer semestre. River debe recuperar terreno en la Superliga, donde quedó a 15 puntos de Boca; tiene la primera fase de una nueva Libertadores y jugará la Supercopa Argentina nada menos que ante su eterno rival.
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