La Copa Libertadores de América no murió, la mataron. Los intereses económicos de las instituciones por los millones y millones de dólares que están en juego -tema organización, televisión, sponsors, premios, y hasta el mercado de las apuestas legales e ilegales del que nadie menciona-, fueron los asesinos de la ya fallecida edición 2018 del torneo sudamericano más importante.
Nunca en la historia una Copa Libertadores estuvo así de manchada. Y día a día, se mancha más. Tanto que ya casi que ni importa el fútbol. Qué loco, cómo terminó todo ¿no? Después del bochorno y la vergüenza que protagonizaron River, Boca y la Conmebol, la lucha de poder quedó más expuesta que nunca.
Y mientras el Superclásico del Siglo sigue en veremos por esta puja de poder (la Unidad de Disciplina de la Conmebol debe responder al pedido de Boca y luego de la decisión, ver la respuesta del Xeneize que prometió ir al TAS), los oportunistas con billeteras gordas que reinan en el mundo se relamen y lanzan ofrecimientos maravillosos, de película para captar la atención y tentar a los directivos del fútbol que tienen en sus manos nada más ni nada menos que uno de los partidos más prestigiosos de la historia.
Desde que se barajó la posibilidad de que la revancha de la final entre River y Boca se podría jugar fuera de la Argentina, a la Conmebol le llovieron las ofertas ultra millonarias para ser sede del Superclásico del Siglo. Qué Abu Dhabi, Emiratos Árabes; que Doha, Qatar; Génova, Italia; Miami, Estados Unidos; Colombia; Chile, Uruguay, ¡hasta el gobierno de Mendoza se prendió en la disputa! Y la lista -lógica y tristemente- sigue.
La mayoría ofrecen hacerse cargo de los costos de traslado, la estadía de las delegaciones, el reembolso de entradas vendidas, ¡hasta el dinero de los premios! Increíble, pero real en un deporte donde el dinero importa más que el mismo deporte. Donde los dueños de la pelota son los poderosos de turno y los poderosos de siempre ¿Y de la gente de River y Boca alguien se acuerda? Claramente no. Si se confirma que Argentina deja de ser sede, acá solo importará quién ponga más dinero sobre ese famoso escritorio del que todos hablan.
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