En una definición que quedará para la historia, Boca, otra vez Boca, fue campeón. Ganó los partidos que tenía que ganar, supo ser eficaz cuando su juego no lo ayudaba y sacó ventaja en un campeonato que tuvo de todo. Así, conquistó su estrella 73 en sus 117 años de historia y se afianzó como el más vencedor del fútbol argentino.
El campeonato se festejó doble en La Bombonera y fue un desahogo. Sobre todo por el final, con Racing desperdiciando su oportunidad por el doblete de Miguel Borja y la imbatibilidad de Franco Armani cuando Independiente le forzó el 2-2 al conjunto de Hugo Ibarra.
Una vez terminado el partido frente al Rojo, los xeneizes celebraron un nuevo título. El quinto desde que llegó Juan Román Riquelme a la dirigencia, cambiándole mentalidad, el hambre, y recuperando la gloria.
El encargado de recibir el trofeo de la Liga Profesional fue Marcos Rojo, el capitán del equipo, que se encuentra en recuperación por una grave lesión en la rodilla. Claudio Tapia, presidente de la AFA, le entregó el premio al defensor, que lo alzó por el aire junto a sus compañeros con La Bombonera delirando.