Al Xeneize había llegado a mediados de 1991, con 30 años en el lomo y después de representar a su país en la selección que disputó la Copa América de 1989, además de pasar por Francia, donde llegó a ser considerado el mejor futbolista extranjero. Allí jugó en el Olympique Lyon y en el Stade Brestois.
En el torneo de verano de 1992, jugado en Mar del Plata, un golazo suyo sirvió para ganarle 2-1 a River para delirio de los hinchas "Xeneizes" que había colmado el estadio José María Minella.Tras un paso por Barcelona de Ecuador, volvió a Boca en 1995, pero sólo disputó cuatro partidos antes de volver a su país para defender la camiseta de Libertad.
También jugó en Cerro Porteño -donde debutó en 1979-, América de Cali entre 1985 y 1987, donde fue compañero de Carlos Ischia, Ricardo Gareca y Julio Falcioni.
Entre 1980 y 1981 estuvo en el Cosmos de los Estados Unidos, en un equipo dedicado más el "fútbol espectáculo" y las giras internacionales que a los campeonatos locales, junto a figuras como su compatriota Julio César Romero, el brasileño Carlos Alberto (fallecido hace unos meses), el italiano Giorgio Chinaglia o el iraní Andranik Eskandarian.Se retiró en el 2000, con casi 40 años, en el real Cartagena de Colombia.
En los últimos tiempos, ante distintos vaivenes del equipo "Xeneize", Cabañas fue consultado por distintos medios periodísticos, circunstancia que aprovechó para criticar a la conducción técnica encabezada por Guillermo Barros Schelotto.
"Me da vergüenza verlo a Boca jugar así. Los errores que cometió son infantiles", señaló el ex delantero, dolido por la eliminación del equipo de sus amores de la última edición de la Copa Libertadores por Independiente del Valle de Ecuador.
Cabañas tenía 56 años y "había vuelto a entrenar nuevamente para unos proyectos que tenía ligados al fútbol: la dirección técnica", detalló su círculo íntimo.Su juego, su picardía y sus punzantes declaraciones quedarán siempre en el recuerdo de los hinchas de Boca.
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