Lleva la diez y es uno de los artífices de este gran presente de San Lorenzo. Con su chispa ofensiva, su gambeta, desequilibrio y conducción, es el primer eslabón del ataque del equipo de Rubén Darío Insúa. Y su actuación en el clásico ante Boca confirmó que está en su mejor momento. Nahuel Barrios, el mimado de la gente azulgrana que la rompió en el Gasómetro, está a tono con la realidad del club.
"Siempre soñé que ovacionen mi nombre... desde inferiores. Es algo soñado, muy lindo. Estoy desde los diez años acá, así que muy feliz por eso", dijo algo nervioso, entre contento y emocionado, ante las cámaras después del 2-1 sobre el Xeneize.
Y agregó en ese sentido: "Hoy tuve revancha. Rubén (por Insúa, el DT) me está dando una oportunidad muy grande. Trato de aprovecharla partido a partido. Hoy estoy muy feliz de este presente, así que con trabajo y sacrificio le vamos a seguir dando".
A la hora de justificar el triunfo sobre Boca en el clásico, aseguró: "Supimos jugar el partido. Jugamos como se debe jugar un clásico. Mis compañeros hicieron un trabajo bárbaro y se lo merecen".
"Hoy se nos dio la victoria, estamos muy felices. Le dimos una gran victoria a la gente, espero que lo disfruten, se lo merecen", cerró.