Oficial: Luis Enrique dejó de ser el entrenador de España. Tras la dura eliminación en el Mundial con Marruecos en octavos, la Federación Española anunció este jueves que no seguirá en el cargo. Lo echaron y el mismo día ya anunciaron a Luis de la Fuente, quien dirigía la Sub-21, como su reemplazante.
La Federación considera que "debe arrancar un nuevo proyecto para la Selección Española de Fútbol, con el objetivo de continuar con el crecimiento alcanzado en los últimos años gracias al trabajo realizado por Luis Enrique", según lo expresado en un comunicado, agradeciendo al técnico su trabajo.
La Federación reconoce a Luis Enrique que "consiguió dar un nuevo impulso al combinado nacional desde su llegada, en 2018, a través de una profunda renovación que ha consolidado un relevo generacional en el equipo y en el fútbol español", pero considera que es necesario pasar página. El presidente de la Federación, Luis Rubiales, y su director deportivo, José Francisco Molina, "han transmitido al técnico la decisión adoptada", añadió la nota.
Tras el encuentro con Marruecos, Luis Enrique había dicho que no era momento de hablar de su futuro. "La selección tiene tiempo antes de sus próximos partidos. Estoy a gusto con la Federación, con el 'presi' y con Molina. Si por mí fuera, seguiría toda mi vida, pero ese no es el caso. Tengo que pensar con tranquilidad qué es lo mejor para mí y para la selección", había comentado.
Luis Enrique, quien fue el técnico de la última Champions de Messi en 2015 en Barcelona, dirigió 47 partidos en España, con 26 triunfos, 14 empates y 7 derrotas entre 2018 cuando asumió y 2022. Durante su etapa al frente de la Roja, alcanzó las semifinales de la Eurocopa-2020, donde cayó contra Italia en la tanda de penales, y la final de la Nations League, en la que perdió contra Francia 2-1.
Para muchos, España era uno de los candidatos a ganar el Mundial. Su pueblo estaba muy ilusionado y por eso el golpe fue más duro. Tras un debut fantástico, con un 7 a 0 a Costa Rica, que es la máxima goleada del país en Mundiales, los españoles empataron con Alemania y cayeron con Japón en fase de grupos. El tercer partido fue flojo y advirtió lo que se venía: en octavos, no pudo superar el muro de Marruecos, atacando sin sorpresa, no hubo cambio de planes y en los penales se impuso el país de África.