El delantero charló con DIARIO POPULAR y habló del significado que tiene para él estar en el club del cual es hincha. Sueña con el título, pero admite que le cuesta mantener la cabeza fría por todo lo que le produce el club.
Se sorprende a cada paso. Como él mismo lo dice, no termina de creer que la camiseta que se pone cada domingo es la que soñó ponerse toda la vida y lo hace vivir en un mundo mágico. Daniel Osvaldo no brilló contra Huracán; tal vez los festejos, los abrazos emocionados del principio en el estadio donde nació su historia lo apichonaron y no está mal porque él vive todo con el sentimiento encendido al ciento por ciento y no siempre ponerse frío es una cuestión de decisión.

-Para Osvaldo , la palabra Boca ya le ilumina los ojos...

-Estoy muy feliz, contento, esa es la verdad. Empezó como una posibilidad y hoy entro a la Bombonera.

-¿Imaginás qué sería salir campeón con esta camiseta?

-Quiero tener un poco la cabeza fría, aunque a veces no se puede, e ir paso a paso; pero seguro que voy a tener ganas de conseguir un título con la camiseta de Boca.

-¿Hay alguna promesa en el aire si se da eso?

-Sí, por ahí haría una promesa que no la diría por cábala, pero las ganas que tengo son enormes.

-Ya te habrán hecho notar que la Libertadores es lo más importante...

-Sí, lo sabía y te lo hacen sentir. Fue algo inexplicable jugar en la Bombonera por la Copa. Algo que no podría explicar con palabras, sería muy difícil. Incluso me paso que hasta que no lo viví, no lo podía asumir. Es hermoso, único, jugar en la Bombonera por toda esa mística que tiene.

-¿Ese clima se compara con Europa?

-No, no sé. Es muy difícil para mí hablar objetivamente de la Bombonera, y para mí que soy hincha, la situación es doblemente especial. Cada estadio tiene sus cosas, y cada jugador puede sentir cosas distintas. Lo que sentí en la Bombonera no lo sentí en ninguna otra cancha.

-¿Con que fútbol te encontraste?

-El fútbol argentino es más agresivo, se juega muy intenso y cada vez hay más equipos que juegan más al fútbol, eso está bueno. Sea el torneo local o la Copa, los rivales son todos difíciles, pero me estoy sintiendo bien, me gusta.

-Se juega fuerte, con mala intención. Hay algún punto en común con el fútbol europeo.

-Se juega fuerte, no con mala intención. Es un fútbol intenso, de los mejores del mundo porque siempre están mirando para este lado en búsqueda de jugadores.



"Ya no estoy tan ansioso, los goles me calmaron"


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-¿En Boca qué es lo que te pide el Vasco?

-Que juegue con libertad, que salga de la zona de los centrales para evitar la agresividad de los defensores y que genere espacios cuando jugamos con tres delanteros para que los extremos puedan hacer su juego. Nada que no pueda hacer, que juegue simple y que trate de ir siempre para adelante.

-¿Y vos cómo te sentís en el equipo?

-Perfecto. No me guardo nada, trato de dar todo. Las ganas de correr, de ayudar al equipo y hacer goles son siempre las mismas. Hay días en que estás mejor, pero las ganas siempre están.

-Tu contrato finaliza a mitad de año y tal vez si Boca sale campeón en noviembre no estés para festejarlo. ¿Te preocupa, te gustaría tener las cosas más claras?

-Por ahora no me preocupa ese tema, trato de disfrutar el día a día. Para mí cada partido que me pongo la camiseta de Boca es súper especial, por eso disfruto cada uno como si jugara una final. Llegado el momento se verá, pero para conversar no va a haber problemas.

-¿Qué significado tuvo llegar a Boca para vos?

-A nivel emocional venir a Boca fue lo más grande que me pasó. Esto que me pasa acá no me sucedió en ningún lugar del mundo. Siempre espere este momento y quiero disfrutarlos. Me paro a ver el escudo, me miro la camiseta y no lo puedo creer. Tengo que disfrutar todo esto.

-¿Y el tema de la presión cómo lo manejás? Porque alrededor tuyo se generó una gran expectativa...

-Para mí es muy importante hacer goles. Que me vaya mal con esta camiseta es una puñalada en el corazón. Ahora en los últimos partidos me siento más suelto, más tranquilo, es como que los nervios y la presión bajaron por los goles que hice, igual siempre estuve confiado que con el plantel que había las cosas iban a ir bien.

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