Cuando en diciembre del año pasado la nueva dirigencia de River ganó las elecciones y preparaba el proyecto 2014 con la posibilidad latente de la salida de Ramón Díaz, el candidato cantado era Marcelo Gallardo. Ya en esos días el nombre de Leo Pisculichi estuvo en carpeta. El enganche regresaba de jugar en Qatar y tenía un oído puesto en las noticias que sonaban en Núñez. Al final Ramón siguió y Piscu se fue a la Paternal con un contrato anual que incluía la chance de salida a los seis meses. Nada estuvo librado al azar. Entonces cuando el Riojano dijo adiós y Gallardo dijo hola, Pisculichi tardó una semana en estampar la firma y sumarse a la Banda del Muñeco.
"En lo personal, siempre uno tiene ilusiones que las cosas le salgan bien lo antes posible, por suerte se está dando y eso tiene que ver con que el nivel colectivo ayuda mucho a que haya rendimientos individuales buenos de todos los jugadores, estamos en el buen camino pero no hay que perder la humildad y saber que esto recién empieza", dijo el jugador cuando le preguntaron por la rapidez para llegar y ponerse a la altura de los acontecimientos.
Pero en los primeros tiempos las dudas sobre la llegada de un jugador que acababa de irse al descenso con Argentinos jugando menos de los esperado y pasando desapercibido, ganaban por goleada. "A Pisculichi lo pedí yo, siempre me gustó su juego, tiene media distancia, buen pase entrelíneas y tiene cualidades para moverse en espacios cerrados cerca del área rival", le dijo a este diario Marcelo Gallardo cuando el equipo estaba por embarcar a Estados Unidos para la pretemporada y Piscu estaba por cerrar su llegada.
A la semana que trabajó con el plantel y se puso a tiro con el resto, Gallardo le empezó a contar cómo iba a jugar el equipo y dónde podía entrar su juego. Aunque nadie lo afirmaba, era un secreto a voces que Manu Lanzini se iría y el Muñeco ya preparaba el terreno para que Piscu sea su conductor. Es más: en el primer partido por Copa Argentina ante Ferro, aun con Lanzini en cancha, lo hizo jugar de media punta de derecha a izquierda, y su ingreso fue para la ilusión.
Lo que vino después hasta el último partido ante Tigre fue de alto vuelo, igual que el equipo, al punto que nadie pensó en que era de la vida de Lanzini. Piscu ya fue titular frente a Gimnasia en el inicio del torneo donde siempre estuvo en cancha de arranque en las 6 jornadas y hasta el Muñeco lo puso por Copa Argentina ante Colón, cuando las cosas estaban complicadas. El boletín de Piscu tiene notas además de altas, regulares.
Más allá de tantos elogios, el volante dijo que hay que mantener la calma y la tranquilidad; "Falta mucho" advirtió. Pero si fue claro al contar que el mensaje de Gallardo fue captado por todos y que eso ayuda mucho.
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