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El equipo de Martín Palermo se hizo fuerte y se quedó con tres puntos de oro. Preocupaciones en La Academia. El público estalló contra el plantel y Victor Blanco.
Hay un gran malestar. El presente no es el mejor. Las cosas en Racing no están funcionando y la gente se hizo escuchar en el Cilindro contra los jugadores y los dirigentes. Sonó el mítico “juuuugaaaadoooreeeees la c…..” y el “movete Racing movete, dejá de joder”. Ya sin Fernando Gago y con la dupla de Sebastián Grazzini y Ezequiel Videla, La Academia volvió a perder y perdió la chance de quedar puntero de la Zona B de la Copa de La Liga. Platense se llevó un triunfazo y se suma al pelotón de arriba.
Un clima caldeado
Racing manejaba las riendas del partido. Había tenido dos o tres acciones favorables para marcar el primero pero recibió un golpazo en contra. De la nada, el Calamar encontró un penal y se puso arriba en el marcador. Desde allí, el partido cambió.
Luego de una pelota parada Gastón Suso cabeceó y el balón interceptó en la mano de Animal Moreno. En ese momento Diario Herrera no lo advirtió y luego desde el chequeo del VAR, el árbitro tuvo que retractarse y convalidar el penal.
Allí Nicolás Castro se hizo cargo y convirtió sobre el palo izquierdo de Gabriel Arias que se había tirado para el otro lado. El equipo de Martín Palermo se hace fuerte en Avellaneda. Muy compacto, ordenado y lúcido en las ocasiones que le quedaban.
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A La Academia no le salía nada. Ni las pocas que tenía, porque tras una buena racha de intervenciones y luego de una pelota para a favor iba a recibir el segundo gol en contra. Un mal pase de Rubio que cayó en los pies de Juan Infante para que este realice un cambio de frente para Ciro Rius y un centro de otro partido a la cabeza de Ronaldo Martínez para que ponga el 2 a 0. Inatajable para Arias.
Platense disciplina para defender. Cerraba los espacios. Obligaba al rival a jugar más rápido. Y Racing que jugaba con la desesperación del resultado y su gente que encantaba en contra de los jugadores y silbidos para jugadores como Leonardo Sigali y Gonzalo Piovi. Durísimo golpe.
A la media hora de la segunda mitad, llegaba la polémica. Una mano en el área del Calamar que daba, al menos, para revisión. Desde el VAR decidieron no llamar al árbitro principal. Parecía penal para La Academia. A falta de 5' para el final llegaba la buena, llegaba el descuento. Baltazar Rodriguez la pinchó por sobre el cuerpo de Ramiro Macagno y puso en partido al equipo. El gol tuvo que ser convalidado por el VAR ya que uno de los asistentes había cobrado offside previamente.
Pero no alcanzó, la visita se quedó con tres puntos de oro para empezar a olvidarse un poco de la zona de descenso y empezar a soñar en grande ya que llega a 11 puntos, a dos del puntero de la zona que hoy lo es Central Córdoba con 13. El único que lo puede superar es Belgrano que de ganarle a Boca el martes será el nuevo líder de la Zona B.
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