El arco de River se hizo más ancho y más alto desde que se fue Marcelo Barovero. Primero Augusto Batalla y ahora Germán Lux, los sucesores, no lograron salir del centro de las polémicas. Sin embargo, así como durante toda una temporada el Muñeco Gallardo le dio respaldo absoluto a Batalla, lo mismo hará ahora con Poroto.
En todo caso, las evaluaciones se harán más adelante o dependerá del estado anímico del arquero, que estaba muy golpeado luego del error que cometió ante Independiente. “Depende de él. Un error o dos errores no van a cambiar la mirada de las cosas; si Lux muestra que está fuerte de la cabeza, seguirá atajando”, confiaron a DIARIO POPULAR desde el club.
De todos modos, estos días serán importantes para ver cómo responde Lux desde lo anímico, porque Gallardo ya le dijo que iba a ser el arquero hasta fin de año pase lo que pase y ni el error ante el Rojo cambió el panorama de lo que evalúan desde el cuerpo técnico. En cuanto a los errores, la explicación técnica está en el mal cálculo y en el apuro, no en haberla agarrado con la mano. “Haberla agarrado está bien porque, si no, era gol seguro de Albertengo. El error es anterior”, analizaron luego en el plantel.
Aunque parezca una contradicción, las declaraciones de Enzo Francescoli post derrotas con Lanús y Boca ayudaron a que el jugador se mantuviera bajo los tres palos. Porque, como contó un directivo: “No les van a dar de comer pastos a la fieras”. Las razones por las que volvió Lux a River tiene muchas consideraciones técnicas que no han cambiado, porque el equipo va a seguir jugando igual y, en general, en el detalle el arquero respondió. El juego aéreo, las pelotas paradas, la rapidez para salir, jugar con los pies y la agilidad, entre otras razones, son cuestiones que no se modificaron y que no pueden tener una determinación definitiva con sólo 6 meses.
Más allá de todo lo dicho, hay una realidad: River va a traer un arquero porque Batalla se va a ir a préstamo y porque Bologna termina su contrato y es probable que no renueve. Los nombres son variados y, en todos caso, le tocará a Lux competir para sostenerse en el puesto. Este esquema se mantendrá hasta junio, cuando se le termine el contrato a Barovero en Necaxa y quizá exista lugar para un milagro.
Cuando Trapito se despidió de River tras ganar todo y convertirse en leyenda se veía venir que el proceso de reemplazo no iba a ser fácil. Ante las imposibilidades del uruguayo Muslera, luego del no de Armani y tras la frustración por el Patón Guzmán, Gallardo dijo basta y anunció que Batalla iba a ser su arquero. Batalla tuvo toda una temporada para ser titular y demostrar, pero no aprovechó su oportunidad. La final contra Central, dos partidos con Boca y un error ante San Lorenzo lo marcaron a fuego. Sus estadísticas no ayudaron: en 51 partidos recibió 53 goles y apenas mantuvo la valla invicta en 21 juegos. Cuesta encontrar en todo ese recorrido un partido clave o atajadas que le haya a dados victorias a River.
Por eso fueron a buscar a Lux, que ya había estado en la mira de Gallardo un año y medio atrás, cuando Barovero estaba por marcharse. Lux llegó este año y jugó 15 partidos con la misma cantidad de goles recibidos. Sus actuaciones eran positivas y estaba afianzando el arco, pero los golpes ante Lanús y Boca lo pusieron en zona de crítica y si bien contra Morón tapó una pelota clave antes de que se iniciara la goleada, contra el Rojo un mal cálculo lo dejó en ridículo. De ahora en más, seguirá dependiendo de él.
comentar