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El Pipa Benedetto logró hacer lo que no pudo en el partido de ida: batir a Franco Armani. Con una definición extraordinaria, el delantero puso en ventaja a Boca frente a River en el Estadio Santiago Bernabéu por la final de la Copa Libertadores.
Sorprendentemente, después de su gol, el número 18 se quedó viendo fijamente, y provocadoramente, a Lucas Montiel, defensor millonario. ¿Vieja pica? Lo cierto es que el goleador pareció estar endemoniado. Mirá el video.
Un Bernabéu conocido para ambos planteles