Fútbol
Hace las transmisiones de Gimnasia y Esgrima de La Plata. A Estudiantes los llama "Caperucita colorada y prostituta". Lo citará el INADI por sus dichos contra el delantero. Jura que "no lo va a decir nunca más"
Alberto Raimundi es Licenciado en Marketing. Y relator partidario de Gimnasia de La Plata. Transmite al "Lobo" desde 2011 en todas las canchas del país donde juega su equipo: desde Posadas hasta Puerto Madryn. Menos en el "inodoro", el Estadio Único de La Plata. "Es que no estamos de acuerdo con esa cancha", argumenta.
Se hizo conocido por insultar a Laverni: lo llamó "ladrón, hijo de p...", en un empate contra el "Pincha". En el último fin de semana, insultó a Teo Gutiérrez, autor del gol de River en el empate ante Gimnasia. Lo llamó "negro de mierda". Lo citará el INADI, según un comunicado que mandó el organismo. Él jura "que nadie lo llamó".
Lo contactaron de radios colombianas: habló con tres en dos días. Y a todas les explicó lo mismo: "El partido lo estábamos haciendo medio en joda porque era aburrido. Y así, en tono de distendido, estábamos criticando el estadio. Justo vino el gol de River. Y en el mismo tono en el que venía, dije lo que dije".
Sabe que "estuvo mal", y jura que "cuando se escucha, le da vergüenza". Asegura: "No soy racista. Ese término se usa para mencionar a alguien que hace algo diferente a lo que nosotros creemos como correcto. No tengo problema con las nacionalidades".
Sus transmisiones son a pulmón. No nombra a Estudiantes: les dice "Caperucita colorada y prostituta". "Prostituta porque el equipo de Zubeldía prostituyó el fútbol", explica.
Tres medios lo llamaron para trabajar. Les puso dos condiciones: "Relatar a Gimnasia en mi radio y no tener nada que ver con 'los otros'". No lo volvieron a contactar.
Afirma que "no es periodista": "Soy hincha, vengo de la tribuna". Que sus transmisiones están dirigidas a hinchas "Triperos". Dice que "lo fundamental de la comunicación, según lo que estudió y leyó, lo cumple". A la comunicación la define como "decir la verdad". Y eso jura que lo hace.
Su objetivo, cierra, es seguir "así como está ahora: relatando al único Lobo".
Escuchalo en otras oportunidades sin la cadena. En todas ellas, dice, no se arrepiente de lo que relató:
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