Fútbol
Alejandro Maccio, intendente de San Lorenzo, contó que un policía que formaba parte del operativo del partido aseguró que el cruce entre los violentos de Boca no dejó más víctimas de casualidad. "Eran un ejército armado", afirmó el agente
El intendente de San Lorenzo de Almagro, Alejandro Maccio, narró los instantes posteriores al cruce entre barras de Boca en la previa del partido amistoso que debía disputarse en el Nuevo Gasómetro.
En diálogo con Radio La Red, el dirigente del conjunto azulgrana comentó lo que le transmitió uno de los efectivos que presenciaron la pelea entre los integrantes de "la 12": "No nos mataron a todos de milagro, ellos eran un ejército armado contra un operativo que tenía hombres sin armas".
Además, Maccio contó con qué panorama se encontró cuando se dirigió al lugar de los hechos: "En 100 metros vi de todo... unas 60 ó 70 vainas de pistola de distintos calibres y puntas hechas con hierro para la construcción, súper afiladas, evidentemente fabricadas para lastimar gente".
Y agregó: "Había gente muy asustada en el lugar, había cientos de personas jugando al fútbol de ambos lados".
Por último, el dirigente narró el momento en el que se cruzó con el hermano de una de las víctimas: "Fue terrible ver al hermano de la víctima, a su lado, llorando. Ahí llamé a Matías (Lammens) y le dije que no se podía jugar un partido de fútbol. Todo fue horrible, esperemos que se haga justicia porque queremos que sea una fiesta, pero esto se hizo inmanejable".
Además, Maccio contó con qué panorama se encontró cuando se dirigió al lugar de los hechos: "En 100 metros vi de todo... unas 60 ó 70 vainas de pistola de distintos calibres y puntas hechas con hierro para la construcción, súper afiladas, evidentemente fabricadas para lastimar gente".
Y agregó: "Había gente muy asustada en el lugar, había cientos de personas jugando al fútbol de ambos lados".
Por último, el dirigente narró el momento en el que se cruzó con el hermano de una de las víctimas: "Fue terrible ver al hermano de la víctima, a su lado, llorando. Ahí llamé a Matías (Lammens) y le dije que no se podía jugar un partido de fútbol. Todo fue horrible, esperemos que se haga justicia porque queremos que sea una fiesta, pero esto se hizo inmanejable".
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