Juan Román Riquelme confirmó que su despedida será el 12 de diciembre en el "patio de su casa", La Bombonera. En la conferencia de prensa organizada en "La Noche Disco" (boliche que pertenece al 10), el crack contó las emociones que le despiertan su despedida.
“Va a ser maravilloso volver. Pasó mucho tiempo... No sé si estoy preparado, para ustedes es fácil, para mí es algo único. Traté de alargarlo lo que más pude para que mi hijo Agustín lo pueda disfrutar. Es la última vez que voy a entrar como futbolista a esa cancha... Yo espero que la gente lo pueda disfrutar”, admitió.
El ídolo Xeneize se refirió a la posibilidad de hacer dos partidos como despedida: uno en la cancha de Boca Junior y otro en el interior del país. "Es la última vez que voy a entrar como futbolista, y trataré de disfrutarlo. Después veremos si alcanza con un partido o tendré que hacer uno más”, destacó.
"Ahora cambió todo. Antes me creía Superman, creía que el domingo lo arreglaba... Entrar a esa cancha era increíble. Los hinchas me hacen sentir cosas lindas y quiero disfrutarlo. No es sólo una fiesta para mí, el hincha lo tiene que disfrutar, el día que siempre van a festejar a nuestro estadio. Y yo espero que los jugadores que me acompañen puedan disfrutar también", destacó.
Una de las cuestiones que más interés generaban de cara al homenaje que recibirá justamente en la misma fecha que se celebra el "Día del Hincha de Boca Juniors" era quienes serían los futbolistas presentes. Román fue claro: uno será el equipo que levantó la Copa Libertadores en el 2001, y el otro que se alzó con el mismo premio en el 2007.
Además reveló quién será el técnico de su equipo cuando se dispute el partido. "Carlos Bianchi ya está confirmado, él también tuvo mucho que ver en esto. Me quiere más de lo normal, y ahora que está más grande me lo hace saber más seguido. Antes le costaba más, pero ahora se preocupa siempre por mí. Sabe cuánto yo lo quiero”, confesó.
El Torero admitió que sigue disfrutando del fútbol y sigue siendo "ese chico de Torcuato que soñaba con ser futbolista" para comprarle una casa a su madre. Y pese a su alejamiento del profesionalismo, el 10 reconoce que sus condiciones siguen intactas: "No voy a poder cambiar nunca mi forma de jugar a la pelota. Sigo enojándome igual, sigo disfrutando igual”. Y de cara a su futuro profesional, reveló que todavía no lo tiene claro.
Sobre el final, y para evitar declaraciones que trascendieran más allá de su anuncio, no quiso hablar sobre el presente de Boca. "Hoy uno se da cuenta de todo lo que se logró. Cuando estás jugando no lo disfrutás de la misma manera. Pareciera que los jugadores de ese momento, son todavía más grandes. Ojalá los jugadores que están ahora puedan superarlos”, reflexionó.
Por otra parte, cuando le preguntaron si sentía el inminente clásico en las semifinales como una revancha, Riquelme no dio vueltas: "Yo no juego, y yo ya la gané. Cuando jugué, la gané y después le gané al Real Madrid".
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