River, mientras piensa en la Copa Argentina y en las semi de la Libertadores, pierde terreno en la Superliga, donde sumó su tercer empate consecutivo ante rivales que no están en la pelea arriba. De nuevo dejó pasar una chance inmejorable para que el torneo local no lo tenga lejos de la lucha. Esta vez hizo leña Atlético Tucumán, que aprovechó un par de distracciones de River cuando ganaba tranquilo y lo puso en tantos aprietos que no se lo ganó por poco. Fue un partido de tramos inestables y con emociones que terminó en un 2 a 2 del que disfrutaron los tucumanos.
Cuando a los 13 minutos de juego el equipo llegó con peligro empezó a demostrar que el protagonismo del inicio del partido lo empezaba a justificar en la zona del área rival donde se ganan los juegos. Las acciones fueron por la derecha primero y una aparición de Rojas que tuvo el gol pero la pelota dio en Sbutoni y luego, más clara, la llegada de Borré que tras asistencia del propio Rojas enganchó bien pero definió al cuerpo de Lucchetti. Inquieto De la Cruz, inteligente Rojas y bien en la presión todo el equipo para que los tucumanos deban jugar muy cerca de sus propia zona y lejos de Batalla. El Decano fue paciente en esa zona sabiendo que una contra iban a tener y la tuvieron, al punto que de un pelotazo perdió la marca Casco y Barboza dejó sólo a Blanco quien se asustó y mano a mano la tiró afuera con todo para poder abrir el marcador.
Esa jugada aplastó a River que empezó a cuidarse y a manejar la pelota con mucha precaución por miedo a perderla y que de contra se sufra. Esa tensión lo hizo ser previsible y sin sorpresa, no asumía riesgos y por eso no lograba tener el protagonismo de los primeros minutos. De ese modo, los minutos se fueron consumiendo y a medida que pasaban no pasaba nada y River abusaba del pelotazo para saltar líneas. Entonces esa improbable solución se convirtió en un problema ya que Auzqui y Borré no ganaron nunca de arriba y porque los rebotes o las segundas pelotas jamás fueron tomadas por los volantes.
Esos minutos iniciales que ilusionaron entonces se apagaron y pasaron a ser señales de preocupación por un primer tiempo malo y pobre.
El segundo tiempo arrancó con presión y ganas para River y a los pocos minutos casi anota en una jugada confusa que no pudo encontrar el pase final claro y que acabó en un disparo cruzado de Auzqui que no fue ni centro ni tiro al arco. Pero está actitud le dio una chance y esta vez la ganó. Fue Casco entrando por sorpresa luego de una jugada que llegó desde la derecha y que encontró al lateral sólo para reventarle al arco al Decano.
Casi ni se acomodaron que el segundo por poco no aparece con Moreira que hizo todo bien, pero el disparo se le fue elevado. River era puro poder ofensivo y antes que llegue el segundo también lo tuvo Palacios. A los 8 minutos, todo lo malo del primer tiempo lo corrigió, porque Rojas habilitó a De la Cruz y porque el uruguayo fue vivo para desprenderse rápido y dejar dos jugadores frente a Lucchetti. Auzqui la recibió y soltó el pase para que Borré la empuje a la red. Tremendo arranque para convertir en pocos minutos un partido complejo en una victoria muy sencilla y que casi se convierte en un triple festejo pero la bola explotó en el travesaño.
Pero en el mejor momento de River, hubo un descuido, un relax defensivo y Barboza erró un rechazo y la bola le quedó a la "Pulga" Rodríguez que no perdonó en el mano a mano ante Batalla. Encima, un cabezazo de Cabral reventó la mano y el travesaño de Batalla para que el partido que parecía encaminado se convierta en padecimiento.Se veía venir y llegó el empate con una gran jugada de Barbona que habiltó a Blanco par un 2 a 2 que dejaba en claro que el fútbol es impredecible.
River lo fue a buscar enloquecido y sin pensar por eso la visita estaba mas cerca del tercero como en esa jugada de Barbona que Batalla mandó al córner salvando al equipo de un resultado impensado un rato antes. El Millo estaba para golear y de golpe estaba más cerca de perderlo. Los minutos finales pusieron a River tratando de volver al historia a lo que había pasado cuando arrancó el segundo tiempo pero ya no hubo modo y el juego terminó en empate, el tercero en forma consecutiva en la Superliga.