En un partido de alternativas cambiantes, el Millonario venció a Instituto 3-2 y se puso a seis puntos de Vélez, que mañana recibirá Tigre.
River no se baja de la pelea. En Alta Córdoba, con altibajos y graves errores defensivos, se sobrepuso a un par de golpes duros y logró vencer a Instituto por 3-2, un triunfo que lo deja a seis puntos de Vélez Sarsfield y Huracán, líderes de la Liga Profesional de Fútbol, a la espera de lo que ocurrirá mañana con los de Liniers, que reciben a Tigre.
La cosa empezó fea para el elenco de Marcelo Gallardo que se fue al descanso perdiendo por la mínima diferencia después de un gol de contragolpe de Gerónimo Rodríguez. En los primeros 20 minutos del complemento, la visita lo dio vuelta con tantos de Pablo Solari y Paulo Díaz, pero se durmió y La Gloria no perdonó, igualando a través de Jonás Acevedo con un gol nacido de un lateral. Sí, otra vez.
Pero en esta ocasión el equipo de la banda no se entregó, lo fue a buscar y a nueve del final consiguió el triunfo con una muy buena definición de Facundo Colidio tras una excelsa asistencia de Gonzalo Martínez, que cumple cada vez que se lo llama a ingresar al campo de juego.
Fue un triunfo sufrido pero que le permitió traerse de la provincia mediterránea tres puntos de oro, que por el momento sirven para consolidarse en la zona de clasificación a la Copa Libertadores. Pero pueden ser útiles para más, si es que en la seis fechas que restan por jugar los resultados juegan en su favor. Eso sí, River no puede volver a fallar.
El partido arrancó con mucha intensidad por parte de ambos equipos que salieron decididos a buscar la victoria. Y a los 5 minutos se produjo la polémica de la noche: Pablo Solari y Miguel Brizuela fueron apareados en busca de un pelotazo, al ingresar al área el defensor de Instituto le dio un golpe con la mano al balón pero el árbitro Andrés Merlos, tras ver la repetición, decidió cobrar foul del delantero millonario. Y no pareció que fuese correcta la sanción.
Siguió jugándose a un ritmo vertiginoso, con River asumiendo la iniciativa y La Gloria bien parado para contragolpear. Y por esta vía llegó la apertura del marcador a los 23: Gregorio Rodríguez, por el flanco izquierdo, le ganó en velocidad a Leandro González Pírez y al quedar mano a mano con Franco Armani definió con un disparo seco.
Facundo Colidio festeja el gol del triunfo
La visita, en desventaja, intensificó sus ataques. Y tuvo una clarísima en un tiro libre de Maximiliano Meza que se fue apenitas desviado. Enseguida Facundo Colidio desperdició un mano a mano frente a Manuel Roffo. Era todo del equipo de Marcelo Gallardo, salvo el gol.
Siguió siendo todo de River de ahí hasta el final del primer sgemento. Con Meza como eje de sus movimientos, el equipo de Núñez hizo méritos para llegar al empate. Casi lo logra con un disparo de Santiago Simón que dio en el palo, y con dos acciones del Diablito Echeverri, que no tuvo puntería pero hizo lo que correspondía.
Mereció más suerte el Millonario, ante un rival que pegó en el momento justo y luego hizo un gran desgaste para conservar la ventaja y se salió con la suya. Quedaban 45 minutos.
A los 8 minutos, tras la preocupante salida de Marcos Acuña por lesión, llegó el empate. Simón habilitó por derecha a Fabricio Bustos que sacó un centro impreciso, hubo un rebote y el balón le quedó a Colidio, que se lo cedió a Meza, quien exigió una gran salvada de Roffo, pero la pelota le quedó a Solari y no perdonó para marcar el empate.
No tardó en dar vuelta el partido River. Sobre los 18, un córner desde la derecha picó y fue cabeceado por Paulo Díaz en la puerta del área, la pelota dio en Brizuela y desacomodó a Roffo para convertirse en el 2-1. Era justo.
Pero River se durmió. Le dio vida a Instituto y el equipo cordobés lo empató en una jugada insólita, nacida en un lateral. Peinaron hacia atrás Facundo Suárez e ignacio Russo y dentro del área Jonás Acevedo definió con un zurdazo cruzado para sellar el 2-2.
Pero no iba a ser el final. River se despertó, Pity Martínez, que había ingresado un par de minutos antes del empate, le dio más consistencia al medio y a los 36 le puso una pelota fantástica a Colidio, que no había estado certero a la hora de definir pero esta vez no falló y puso el 3-2 definitivo.