Pocos pueden cuestionar las apuestas que hace Marcelo Gallardo en su River que, ayer en el Monumental, dejó puntos en el camino cuando la historia parecía ser suya. En la semana, justamente, ante los micrófonos el Muñeco había dicho que en la Superliga “no había que perder más puntos en casa para seguir en los puestos de arriba”. Y ante Atlético Tucumán con un once alternativo, pues en el horizonte asoma el choque de cuartos ante Atlanta por Copa Argentina, la voluntad del DT no se logró.
Los nombres por los cuales inclinó la balanza Gallardo fueron, en parte, de mayor a menor. Dándole descanso a varios de los habituales titulares, de cara al choque contra el Bohemio, frente al Decano cuando el Millonario se puso arriba en el marcador la confianza jugó una mala pasada. Afuera Nicolás de la Cruz y adentro los pavos errores defensivos que suelen costar porotos.
Con los puntos repartidos ayer, es la tercera paridad al hilo en la que River deja pasar puntos. Vestido de alternativo, el Millonario igualó 1 a 1 contra Argentinos en la cuarta fecha y ayer frente a los tucumanos. Mientras que, en el medio, en su visita a Victoria, tras haber comenzado arriba en el marcador, Tigre le empardó la historia que concluyó 1 a 1.
La Superliga concluye el año que viene y, como las prioridades son la Libertadores y por qué no la Copa Argentina, Marcelo Gallardo tiene muñeca para mover fichas, aunque la sonrisa que se nota en su rostro no es completa pues ayer su equipo estuvo para golear pero terminó arañando un empate.
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