A pocos días del comienzo del Mundial de Qatar, Roberto Saporiti, campeón del mundo con la Selección Argentina en 1978 como asistente técnico de César Luis Menotti, charló en exclusiva con POPULAR. El exentrenador de Independiente, Talleres y Argentinos Juniors, entre otros, mano derecha del Flaco, aseguró que Lionel Scaloni está muy bien acompañado: "Es muy inteligente el cuerpo técnico, tienen cabezas muy grandes. Saben por donde tienen que caminar. Samuel y Ayala lo han demostrado en este tiempo. Así que no le daría ningún consejo al entrenador".
-¿Qué hacés de tu vida, Roberto?
-Me ocupo de la empresa familiar de bienes raíces que tenemos con mi mujer y mis hijas en Necochea y después obviamente veo y me informo del fútbol argentino y mundial. Estoy en las redes sociales, ya que me estoy aggiornando a los tiempos modernos. Pese a que tengo 83 años, busco seguir creciendo, aprendiendo. Es fundamental la voluntad y la ayuda de la ciencia para esto. El mayor desafío es no quedarse uno con lo que sabe, si no seguir queriendo saber más en todos los sentidos. Mis nietos y mis hijas son los que me ayudan cuando se me dificulta algo en las redes. Gracias a ellos sigo actualizado (risas). Además, hago cuatro veces por semana como mínimo actividad física. Hago caminadora y musculación en el gimnasio de mi edificio, una hora y cuarto, y cuando es verano voy a la pileta.
-¿Y qué equipos del fútbol argentino te gusta ver?
-River, que ha desarrollado un fútbol de mucha movilidad por muchos años. Además, Defensa y Justicia, Argentinos Juniors, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Racing y hay más. Boca tiene el gran mérito de salir campeón, pero tiene más valor aún que el título el crecimiento de sus jugadores de Inferiores que se han afianzado en Primera. También miro la Segunda División de acá. Es muy competitivo el fútbol argentino, pero por la económia del país no han crecido de infraestructura. Hoy si no hay apoyo internacional de una gran empresa los equipos no pueden brindarles comodidades al público que va a la cancha. Los clubes deben aggionarse con creatividad, sin dejar de ser una sociedad sin fines de lucro como por ejemplo el Atlético Madrid, que pasó de ser local en el estadio Vicente Calderón al Wanda y no ha perdido identidad. Se necesita buenos dirigentes para que crezcan los clubes. Te doy un ejemplo: el Real Madrid de Di Stéfano hizo que luego creciera el club porque tuvo a Santiago Bernabéu y el Santos de Pelé no, no tuvo dirigentes a la altura.
-Hace cuatro años, seguías dirigiendo. ¿Estás retirado?
-Sí, a esta altura... Me he reunido con algunos clubes, pero cuando va el transcurso de la reunión, veo que sus ideas están muy alejadas de las mías. Entrené hasta los 79 en la UAI Urquiza. Los tiempos modernos son muy cortos y la paciencia es mínima. Por eso, sostener un proyecto es muy difícil en Argentina. Es algo que te hace no aceptar.
-¿Y qué se necesita para ganar un Mundial?
-Primero, una idea y luego buscar los jugadores correctos para poder desarrollarla. Que ellos crean en el cuerpo técnico. Y también se necesita una suerte mínima, como todo en la vida. Por último, obviamente también mentalidad ganadora.
-¿Quiénes son los candidatos en Qatar?
-Hay cinco o seis selecciones que llegan con chances de ganar el Mundial: Argentina, Brasil, Países Bajos, Bélgica, Alemania, España y Francia. Son todos equipos de jerarquía y en un mano a mano, es cómo te despertás. Son los candidatos. Pero, cuidado, primero hay que pasar la zona.
-O sea que ves bien a la Argentina...
-Sí, muy bien. La Selección, fundamentalmente Messi, Di María y Otamendi, tuvo una descarga psicológica y emocional fuerte al ganar la Copa América que es muy positiva. Si vos te fijas cómo estaba Messi con Argentina antes del triunfo en el Maracaná y ahora es extraordinario. Cambió su sonrisa y el desarrollo futbolístico. Además, hay un cuerpo técnico muy inteligente, evolucionado y un perfil súper bajo que lo quiero destacar. Dios quiera que Argentina esté iluminada en Qatar y hagamos una gran Copa del Mundo. Mi mayor deseo, con todo el corazón, es que traigan la Copa nuevamente a la Argentina.
-¿El fútbol le debe un Mundial a Messi?
-Messi merece ganar un Mundial más que nadie. Deseo de todo corazón que pueda lograrlo porque sería una satisfacción tremenda. Ahora, Di Stéfano y Cruyff no ganaron un Mundial y están en la élite mundial. Messi también lo está y lo estará con Copa o sin Copa, no se lo quita nadie.
-¿Y qué Mundial esperas que haga Messi?
-Lo veo de una forma física extraordinaria y después todas sus virtudes ya las conocemos. Está protegido por un gran equipo que ha crecido por un cuerpo técnico y ha logrado un gran funcionamiento, del que él es la frutilla del postre. No es casualidad su condición física. Leo y Neymar llegaron seis días antes a la pretemporada del PSG. Se prepararon de una forma extraordinaria. ¿Vos viste como está Neymar? Sabes como va a hacer crecer a Brasil... Eso me preocupa (risas). Mientras que futbolísticamente, Messi en la Selección es como lo que representaba Xavi e Iniesta en el Barcelona de Guardiola: es la creatividad. El Barsa todavía no los puedo reemplazar a esos dos y Messi es la creatividad y el gol de la Argentina.
-¿Lo ves jugando el Mundial de 2026?
-Es un ser especial futbolísticamente. Como lo veo ahora, no me extrañaría que pueda llegar al Mundial de 2026.
-Ahora, te llevo al Mundial 78. ¿Es cierto que vos le dijiste a Menotti que lleven a Maradona?
-Sí y tuvimos un debate futbolero y todo pero se ve que él tenía la decisión tomada tiempo antes. Teníamos concentrados 25, entre ellos Diego, y en ese momento se tenía que elegir 22. El día anterior a que el Flaco tenía que dar los nombres de los tres que se quedaban afuera, él tenía una conferencia internacional y la práctica de fútbol la dirigí yo a la tarde. "¿A Diego dónde lo pongo?", le pregunté al Flaco. "Para los suplentes", me respondió. La hago corta: los suplentes ganaron 5 a 1 y Diego hizo cuatro goles. Fue increíble. Cuando terminó lo suyo el Flaco, me preguntó cuáles creía que tenían que salir. Le dije Lito (Víctor Alfredo Bottaniz), Humberto (Bravo) y tal. El tercero siempre quedó y quedará entre el Flaco y yo. Él me respondió que el tercero se quedaba. "¿Y entonces quién sale"?, le consulté y me dijo "Diego". Yo creí que me estaba haciendo una broma y me dijo: "Después de la cena, tomamos un café y te comento". Y así fue, me dio sus razones y al otro día lo comunicó al plantel. Me sorprendió su decisión, pero obviamente que lo acompañé.
-¿Cuáles fueron las claves para ganar el Mundial?
-Los jugadores y la inteligencia del cuerpo técnico, de Menotti, de una gran organización en todo sentido. Argentina no fue un equipo vistoso, pero sí un equipo con gran ritmo, que presionaban en todos los sectores del campo, sin miedo futbolístico.
-¿Qué pensas de los que dicen que Argentina ganó el Mundial por la dictadura?
-(respira hondo). Te pido el favor que lo transcribas tal cual. A los organizadores de los Mundiales, desde siempre, hasta Rusia y Qatar, los últimos, en la fase de grupos les tocó rivales accesibles. La mayoría pasó la primera ronda. Y Argentina fue el único país organizador que le tocó dos potencias grandes como Italia y Francia y una media potencia en ese momento como era Hungría. Tres europeos le tocó en la zona. Así que si la dictadura nos hubiera querido ayudar, hubieran arreglado el sorteo. Y, después de la zona, nos tocó Polonia, que había sido tercera del mundo en el anterior Mundial, Brasil, Perú y la final con Holanda. Es decir, en siete partidos, nos tocó cinco europeos, la súper potencia de Brasil y Perú. Pero, tres o cuatro periodistas miserables, que estaban en contra de Menotti, crearon esa versión y la gente compró la historia. Y si hubiéramos sabido todo lo que pasaba, que se supo después, seguramente no nos hubiéramos presentado. Ni el cuerpo técnico, ni los jugadores. Te lo aseguro. Y recuerdo que Menotti fue elegido durante un gobierno democrático.
-Sos amigo de Menotti y de Bilardo, con quien fueron compañeros en Deportivo Español. ¿Por qué creés que se dio así la relación entre ambos? ¿Tuvo que ver el periodismo?
-Cierto periodismo y que ellos compraron los fue separando. Me quedo con la frase del Flaco Menotti que le hubiera encantado tomar un café con el Narigón Bilardo. Desgraciadamente la salud de Carlos... Dios quiera pueda mejorar y ese café se pueda realizar como un día se juntaron en mi casa, allá hace muchos años, en una cena. Le propuse a los dos una cena con sus esposas y se realizó en mi casa. Cenamos, charlaron, yo hacía de mediador. Llegaron a los nueve de la noche y fue una cena muy agradable, nos reímos mucho y despues el debate futbolero... Fue una noche hasta las 3 de la mañana. Si habría habido celulares en ese entonces, lo hubiera grabado y hoy lo estaría vendiendo al mundo entero. Fue una noche extraordinaria. Fuimos los únicos con mi señora que los juntamos en una cena familiar.
-Por último, ¿qué tan cierto es que estaban lejos en sus ideas futbolísticas?
-Yo el Mundial 78 lo viví de adentro y después vi el del 86. Salvo algunas cosas puntuales, que de pronto nosotros jugábamos con un nueve de referencia... Después, Bilardo le dio vuelo a la creatividad con el Negro Enrique, el Checho Batista, Burruchaga, Valdano, entre otros con mucha movilidad e inteligencia. Yo no me como esa que ganamos el Mundial 86 porque ejecutábamos bien las pelotas paradas. El 90% de los goles fueron de movilidad e inspiración.