El volante se movió bajo la atenta mirada de Guede. Ayer, apenas salió de la clínica Rossi, donde se realizó los estudios médicos, indicó que estaba "bien físicamente, con falta de ritmo futbolístico". Si bien dijo que no charló con el entrenador, avisó que estuvo mirando los partidos del Ciclón y que le gustó el estilo de juego. Con el pasar de los partidos, tiene potencial para convertirse en una pieza clave.
El caso Díaz, por su parte, es complejo. Muy complejo. El pase del zaguero, como de varios jugadores en la actualidad, está dividido en dos partes iguales, repartidas entre Colo Colo —club donde actualmente juega— y Palestino —donde lo dirigió Guede—. La dirigencia encabezada por Matías Lammens ofertó U$S 1.000.000 por el 50%: el 25% de Colo Colo y el 25% de Palestino.
Sin embargo, el equipo más grande del país trasandino dice que la propuesta es entera para ellos. Y lo mandaron para Buenos Aires. Díaz llegó esta mañana y se realizó, sin problemas, los estudios médicos. Mañana practicará con el plantel. Pero Palestino grita: dice que, si no hay una parte para ellos, el pase se cae. Todo parece indicar que el conflicto dará para largo, si no hay una solución entre las tres partes.
El último futbolista que podría llegar a San Lorenzo es Marcos Angeleri. El actual jugador del Málaga fue pedido intensamente por Guede, quien quiere a un jugador que pueda manejar la última línea de la defensa. En los próximos días, si soluciona su salida del conjunto español, se sumará al plantel. Sin embargo, no está fácil: más allá de la intención del ex Estudiantes, el club no está decidido a largarlo.