San Lorenzo ganó un partido fiel al estilo que adoptó con el Gallego Insúa. Trabajado, ordenado en todas las líneas, eficiente a la hora de convertir y con la diferencia corta pero necesaria para sumar una nueva victoria. Con el gol de Adam Bareiro en el segundo tiempo, de penal tras la intervención del VAR, derrotó 1-0 a Godoy Cruz, uno de los que venía líder.
Ajustado como indica el resultado, al Ciclón no le sobró nada. Se sostuvo bien en el fondo gracias a Rafa Pérez, la Roca Sánchez y Gastón Hernández (no jugó Federico Gattoni), ante un Tomba que en ningún momento tuvo espacios para hacerle algún tipo de daño al dueño de casa.
En medio de un clima caliente, no solo por el agobiante calor sino por los cánticos contra la dirigencia en la previa, y los aplausos para Nahuel Barrios, quien cumplió 100 partidos en el club, el conjunto azulgrana arrancó mucho mejor: Bareiro avisó antes del minuto con una media vuelta que pasó cerca.
Más abocado a las individualidades que al juego colectivo, San Lorenzo se animó un poco más en el primer tiempo. A los 20 minutos, después de una buena creación del Perrito, Braida se la armó por la derecha y sacó un remate que se estrelló en la parte externa de la red.
Hasta que en el comienzo del segundo periodo le llegó la hora al Ciclón con un guiño de la tecnología. A los 4 minutos, Vombergar cayó en el área por un toque que recibió desde atrás y, luego de más de 6 minutos de revisión en la pantalla, el juez cobró penal.
Adam Bareiro se hizo cargo de la ejecución, abrió el pie derecho y la colocó contra el palo izquierdo del Ruso Rodríguez, que se comió el engaño y se tiró para el otro lado.
Sin mucho más, San Lorenzo cuidó como oro el gol y cosechó nuevamente tres puntos en condición de local. No le sobra, pero le alcanza. Tiene que mejorar, sí, pero por ahora sumar le sirve al equipo del Gallego.