Fútbol |
En Curitiba, el "Ciclón" le ganó 3-0 a Paranaense con goles de Paulo Díaz, Nicolás Blandi y Rubén Botta. El equipo argentino consiguió llegar a los siete puntos y depende de otros resultados para seguir en la segunda fase de la Copa Libertadores.
Dicen que después de la noche más oscura sale el sol. Y que lo diga San Lorenzo, que hace unas semanas había llamado a la cochería para organizar su velorio en la Libertadores y, ahora, no sólo alza los brazos celebrando su resurrección, sino que además está un paso de la clasificación: si le gana a Flamengo en la última fecha estará en los octavos de final de la Copa.
Obligado al triunfo salió a jugar con mucha determinación y un esquema bien ofensivo. Así, de entrada, mostró dominio territorial y se fue acercando al arco rival. Y antes del cuarto de hora, San Lorenzo subrayó sus buenas intenciones logrando la ventaja: un tiro de esquina jugado siguiendo un plan de laboratorio, Mussis habilitó a Rojas, centro perfecto al segundo palo y cabezazo fuerte de Paulo Díaz para dejar sin chances al arquero local.
A partir de allí San Lorenzo cambió el libreto: le cedió al equipo brasileño la iniciativa y se preocupó, principalmente, por no dar ventajas. El juego se hizo más pensado, con mucha pelea en el medio y poca claridad, características que se prolongaron en el segundo tiempo, donde todo fue parejo y con pocas llegadas a los arcos.
Paranaense, impulsado por su gente, buscó los caminos para llegar a la igualdad, pero todos estuvieron bloqueados por el buen posicionamiento del Ciclón con Caruzzo como abanderado de la resistencia basada en el orden y en una alta muestra de oficio.
En medio de esa inoperancia del local, San Lorenzo logró pegar el tiro de gracia con un ataque muy bien hilvanado: pase de Botta para Belluschi sobre la derecha, centro impecable para el ingreso de Blandi en el segundo palo y un nuevo cabezazo para aumentar la ventaja y empezar a bajar la persiana del partido.
San Lorenzo inflaba el pecho en Curitiba y, si necesitaba algo para rubricar su gran actuación, en el final del partido, Botta volvió a aparecer en escena para definir de zurda y meter el tercero.
Un triunfo fantástico, a la hora señalada, para dar vuelta la tortilla (a base de huevo) y dejar al equipo, en un grupo que arde, a un triunfo de lograr esa clasificación que, hace unas semanas era de la cochería.i
Los goles del Ciclón
El relato del partido
Aparecen en esta nota:
Te puede interesar:
las más leídas
comentar