San Lorenzo lo perdió desde lo anímico. Se porfió por tener las chances más claras, y pagó caro la falta de eficacia en la ofensiva ante un Fortaleza que le metió dos manos cuando faltaban un puñado de minutos para que sonara la campara y lo dejó nocaut en el Nuevo Gasómetro, donde el Ciclón dejó pasar la chance de ser el líder del Grupo H de la Copa Sudamericana.
Augusto Batalla, en contra, y Guilherme, a los 90 y 92 minutos, respectivamente, anotaron los goles para el conjunto brasileño, que ahora suma puntaje ideal y ocupa el primer casillero, delante del elenco azulgrana (3) y Palestino (3).
Tremendo golpe bajo recibió el equipo de Rubén Darío Insúa. En líneas generales tenía el trámite controlado y en la mayor parte del encuentro superó ampliamente al, a priori, equipo más "poderoso" del grupo.
Pero el fútbol no habla idioma de merecimientos y los dirigidos por el argentino Juan Pablo Vojvoda fueron los que la metieron para llevarse la victoria sobre el final, cuando San Lorenzo ya estaba desahuciado y el cansancio por la poca rotación que se anima a hacer el Gallego empezaba a pasar factura.
Ni ligó para nada el Ciclón. El Perrito Barrios hizo un gran esfuerzo para llevar el equipo hacia adelante y Adam Bareiro tuvo una noche para el olvido: erró goles por doquier y no estuvo fino para finalizar las jugadas dentro del área.
Fortaleza administró mejor las energías y quedó con más aire para sacar la diferencia en el cierre. A los 90, Tinga metió un cabezazo tras un tiro libre, la pelota pegó en el palo y rebotó en la espalda de Batalla, lo que hizo que el cuero traspasara la línea de meta pidiendo permiso y el Ciclón vaya de capa caída a sacar del medio.
Pero no fue todo: dos minutos más tarde, Calebe, que había ingresado unos minutos antes, armó una gran jugada por la derecha, metió el centro al medio y Guilherme la empujó a las redes para el dos a cero. Y Fortaleza, incluso, marcó el tercero por intermedio de Silvio Romero, pero el VAR anuló la jugada por mano del cordobés.
Anonadado quedó San Lorenzo. No imaginó perder el partido de esta forma y ahora deberá remar con un poco más de fuerza en el grupo para conseguir el objetivo.
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