Un Román emocionado manifestó públicamente que deja el equipo de sus amores. "Amo a este club, pero estoy vacío; no tengo más nada para darle", sentenció antes de emprender el regreso a Buenos Aires
"Le comuniqué al presidente que no voy a continuar", anunció un Juan Román Riquelme visiblemente emocionado para confirmar los rumores que circularon desde ayer sobre su posible salida de la institución. Todavía no habían pasado dos horas de la caída de Boca ante el Corinthians en la final de la Copa Libertadores.
"Agradezco a mis compañeros, al cuerpo técnico y los diriginete. Es una desición mía", y agregó: "Estoy
vacío, no tengo más nada que darle al club. Sólo quiero llegar a mi
casa, abrazar a mis hijos, comer asado con mis amigos y hablar con mi
nene de 9 años, al que no le pido perdón porque no le pude llevar la
Copa".
Ante un tendal de periodistas, el "10" ramarcó su vínculo con Boca. "Amo a este club, soy bostero y voy a morir bostero. Le di todo, no sé si poco o mucho", señaló ante los micrófonos y puso fin a una ola de especulaciones sobre cuál sería su futuro.
También se refirió al encuentro ante el Corinthians. "Hemos perdido, nos
han superado. Teníamos la ilusión de ganar la Copa, pero no pudimos.
Hay que reconocer cuando el rival te supera y sólo queda felicitarlo",
dijo el futbolista en la zona mixta donde los medios esperaban una
declaración suya.
Sus compañeros y los demás integrantes de la
delegación dejaban el estadio para subir al micro que los conduciría al
aeropuerto para tomar el vuelo charter hacia Buenos Aires. El presidente de Boca, Daniel Angelici, cruzó una mirada con Román
antes de que éste comenzara a hablar, pero no logró evitar que anunciara
lo que ya era una decisión tomada.
No es difícil pensar que Riquelme no podría jugar en otro club del
país que no sea Boca. Quizás siga su carrera en el exterior o analice la
posibilidad del retiro. El tiempo lo dirá.
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