Tras el empate sin goles en el Cilindro de Avellaneda y terminar la serie con Racing igualada, Sergio Romero atajó dos penales en la tanda y llevó a Boca a las semifinales de la Copa Libertadores. Sin embargo, pese a ser el más insultado por los hinchas rivales y la figura de la clasificación Chiquito fue el menos eufórico en el final.
"No esperaba que la gente me puteara como me puteó. Pero uno sabe lo que es el fútbol, cómo son las pasiones, yo vine a hacer mi trabajo y nos vamos con la clasificación, que es lo que vinimos a buscar", comentó Sergio Romero, quien aún dando la entrevista a ESPN mantuvo la seriedad.
"Me contuve porque soy hincha de este club. Yo no le podía faltar el respeto a la gente de Racing, fueron los que confiaron en mí cuando yo tenía 15 ó 16 años. Pero uno tiene que saber que esto es parte del folklore del fútbol", agregó el arquero subcampeón del mundo con la Selección Argentina en Brasil 2014.
Chiquito volvió a hacerse Gigante y atajó el primer penal (a Gonzalo Piovi) y el tercero de Racing (a Leonardo Sigali) para el triunfo 4 a 1 en la tanda. Pese a brillar, Romero se contuvo, evitó los gritos y apenas levantó los brazos, una señal de todo el amor que le tiene a Racing, club en el que se formó, debutó en 2006 y le permitió ser jugador.