La situación para los clubes de Primera, no cambió. Apenas 24 horas después de la reunión con Javier Medín, el dinero -ni la intención del Gobierno de anunciarlo-, no apareció y algunos clubes tomaron la palabra para sostener la idea que iniciaron ayer: sin los 350 millones de pesos de la cuota de diciembre, anuncian que no habrá fútbol en 2017.
"Veo un panorama muy negro y poco alentador para el fútbol argentino. Ahora y en 2017", señala el presidente de Lanús, Nicolás Russo. El dirigente no suele ser alarmista ni comparte en público sensaciones que van a contramano de la pretendida armonía de la asociación.
"Yo siempre soy optimista pero las cosas no se están dando como esperábamos: en 35 años que tengo de dirigente, nunca vi al fútbol argentino tan mal. Nadie está de acuerdo con esta Comisión Normalizadora", indicó en radio Provincia.
En la misma sintonía se mostró su par de Banfield, Eduardo Spinosa quien no avizora un 2017 con fútbol. "Esto no hay que tomarlo como una amenaza ni como una presión, pero la realidad es que si no ingresa el dinero que nos corresponde, va a ser muy difícil que haya fútbol: los propios jugadores son los que no se van a subir al micro para ir a la pretemporada", pronosticó.
Las voces de Primera, a fin de año, ya no suenan tan distintas a las del Ascenso, que a lo largo del año aplicaron una medida de fuerza y sostienen en su discurso el mismo pronóstico para el año próximo. "Si no hay plata, porque el Gobierno no la deposita, porque dejan el contrato (de Fútbol Para Todos) o porque no hay quien transmita fútbol, no habrá fútbol. No es un escenario ilógico", abundó Daniel Ferreiro, vice de Chicago.