A falta de Nicolás Blandi bueno es Nicolás Reniero. Mientras San Lorenzo busca a un delantero de jerarquía para completar su plantel y cerrar el libro de pases satisfactoriamente, el Príncipe se está encargando de demostrar que tras su paso por Almagro (donde convirtió quince tantos) volvió decidido a meterse de lleno en la consideración de los cuervos y del entrenador.
En el partido amistoso de ayer ante Godoy Cruz, que se disputó en tres tiempos de cuarenta y cinco minutos cada uno, Reniero cumplió con su cuota goleadora. Tuvo una sola situación clara para saciar su instinto y de cabeza la mandó a guardar, tras un centro del Pocho Cerutti lanzado desde la izquierda.
Durante el primer tercio, en el que San Lorenzo salió a la cancha con el equipo que el uruguayo tiene in mente para recibir dentro de una semana a Emelec de Ecuador, en el cual definirá la clasificación a cuartos de final de la Copa Libertadores, salvo que el centrodelantero será Nico Blandi ( ausente por una contractura cervical), la producción del equipo azulgrana fue muy poco lucida.
En el segundo bloque de fútbol, Aguirre les dio pista a los refuerzos pero el rendimiento del Ciclón no mejoró. Ahí ingresaron Gonzalo Rodríguez, Víctor Salazar, Alexis Castro y Gabriel Gudiño. El Tomba continuó manejando más la pelota y San Lorenzo intentó lastimar por las bandas pero sin profundidad.
Ya en el tercer tiempo, siguiendo los pasos de Nicolás Navarro y Sebastián Torrico, quienes en los dos anteriores también evitaron la caída del arco azulgrana con intervenciones oportunas, José Devecchi le atajó un penal a Felipe Rodríguez, evitando así el empate de Godoy Cruz.
Antes de medirse con Emelec al Ciclón le queda un solo amistoso de preparación: el sábado ante Peñarol, desde las 13 en el Nuevo Gasómetro. La duda es si le alcanzará para recuperar los niveles de juego y superar sin sufrimiento a su rival copero