Pese a que formó parte del acuerdo político para retomar el control institucional de la AFA, el fantasma de las sociedades anónimas deportivas (SAD) volvió a rondar. Al igual que las últimas veces, fue nada menos que el presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien instaló la idea de convivencia con las asociaciones civiles. Sin embargo,los estatutos de AFA y Superliga las impiden y solo una reforma con mayoría en asamblea les abriría las puertas.
Las SAD constituyen un anhelo para Macri que intenta imponer desde los 90, cuando presidía Boca. No pudo entonces y fracasó el año pasado, cuando su injerencia estaba vinculada directamente por la administración de los derechos audiovisuales en manos del Estado. Ahora, sin los alfiles que supo tener en Viamonte 1366 -Javier Medin, vicepresidente de la comisión de regularización-, volvió a la carga con la idea.
Daniel Angelici, el brazo implícito del macrismo en la AFA, esbozó meses atrás una idea idéntica a la que Macri soltó respecto a las SAD. Su potencial aliado está en Córdoba, ya que el presidente de Talleres, Andrés Fassi, adhiere abiertamente. El Tano quien intentará torcer la voluntad de la Asociación para lograr que sus clubes miembro puedan optar por su capitalización privada. Cuando eso suceda, se romperá la alianza de Gobierno, ya que el sector que lidera Claudio Tapia no librará siquiera el debate.
“El tema para nosotros está cerrado. Ya se planteó en Asamblea y en la modificación estatutaria y fue rechazada por unanimidad”, contestó en la AFA un miembro del comité con estrecha relación con el presidente. “Para nosotros -abunda- es un tema juzgado y sancionado: no fue aprobado. No hay manera de instalar nuevamente el tema”.
“No entiendo porqué esta idea fija”, se pregunta Mario Giammaria, dirigente histórico y titular de la Liga Rosarina de Fútbol y único asambleísta que votó en contra de la aprobación de la Superliga, a la que considera “un caballo de Troya que lleva encubierta la posibilidad de la sociedades anónimas, la privatización y la aparición de los capitales inciertos y lavado de dinero”.
“Hay que estar alertas. Se ha bloqueado con los estatutos, pero es una idea fija que tienen y en algún momento lo podrían lograr. Si estás agobiado por la imposibilidad del dinero, uno agarra lo primero que le aparece y no analiza si es un salvavidas para salir a flote o uno de plomo que lo va a hundir más tarde”, completa Giammaria.
De momento, el anhelo de Macri no tiene eco en la AFA. Pero si algo tiene el actual presidente, es la perseverancia: intentó convencer a Grondona casi 20 años atrás y todavía promueve la idea.
comentar