La T perdió 3 a 2 con el conjunto peruano de visitante y con tres derrotas en tres fechas necesita un milagro para clasificar a octavos de final de la competencia.
Talleres perdió por 3 a 2 con Alianza Lima de visitante y quedó al borde de la eliminación en la Copa Libertadores. Con tres derrotas en tres fechas, la T quedó a un milagro para clasificar a octavos de final de la competencia: quedó último sin unidades y tiene a Libertad (6 puntos), San Pablo (4) y Alianza Lima (4) por encima en el grupo.
Tras un flojo inicio, en donde comenzó perdiendo por 2 a 0 con Alianza Lima, Talleres remontó y se puso 2 a 2 pero terminó cayendo sobre el final. El local empezó como protagonista y no tardó en abrir el marcador. A los 10, Lavandeira habilitó desde la izquierda a Paolo Guerrero, quien se le subió a caballito a un desconcertado Navarro para hacerse un autopase de cabeza que conectó luego ante la salida de Guido Herrera. Más allá del VAR, no hubo vuelta atrás y fue el 1-0.
La T no reaccionaba y el dueño de casa administró la ventaja con chances puntuales frustradas por Herrera a Kevin Quevedo, tanto promediando la etapa inicial como al comienzo de la segunda. Y a los 11' del complemento Alianza amplió de pelota parada cuando Lavandeira ejecutó un córner desde la derecha que metió de cabeza Noriega y sirvió Quevedo cayéndose para la entrada de Guerrero a concretar.
Pero con los ingresos de Rick y Bustos los cordobeses levantaron y demostraron que estaban vivos en una ráfaga. Enseguida, Noriega barrió torpemente en el área a Ulises Ortegoza (en la repetición no fue un foul tan elocuente) y, a los 18, Federico Girotti convirtió el penal el descuento con un tiro bajo a la derecha de Guillermo Viscarra.
Con la motivación por ir por el empate, a los 23' Blas Riveros envió un centro desde la izquierda que Girotti cabeceó al primer palo y fue un empate con polémica puesto que el local pedía falta a Eryc Castillo en el inicio de la jugada. Para colmo, a los 36' Carlos Zambrano se ganó la segunda amonestación y el partido quedó para la remontada de la T.
Pero a los 50 de 53 se le vino la noche al club argentino cuando subió por derecha Lavandeira y envió un centro pasado que recibió solo otro histórico, Hernán Barcos. El compatriota de 41 años (igual que Paolo) tuvo tiempo de bajar la pelota de pecho y acomodarla contra el palo derecho de Herrera para el desahogo anfitrión.