Tenía que salir campeón con su Selección para zafar de la "colimba"... ¡Y lo consiguió!

Es que el surcoreano de 26 años, estaba a meses de ser obligado por su país a realizar el servicio militar, que es obligatorio para todas las personas mayores de 21 años. El plazo para hacerlo estaba por vencerse y, de resistirse, sería considerado por la ley de su país como desertor, con la posibilidad incluso de terminar en la cárcel.

Son tenía dos opciones: abandonar su carrera futbolística en su punto más alto y realizar el servicio voluntariamente por dos años, o apostar a un milagro e intentar ganar el torneo olímpico de fútbol de los Juegos Asiáticos junto a su país, lo que lo dejaría exento de realizar la "colimba".

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Fue un camino duro, lleno de emociones para el jugador. Desde sus lágrimas tras la derrota contra México en el Mundial Rusia 2018, hasta su apresurada convocatoria para este torneo, que se disputaba en Indonesia. Cada partido fue una liberación no solo para Son, sino para todos los jugadores del plantel que empujaron y lo dejaron todo para obtener el oro.

Tras vencer a Vietnam en semifinales, Corea debía enfrentar a su clásico rival Japón en la final. El trámite del partido fue tenso y parejo durante los 90', debiendo ir al alargue para encontrar un ganador. Fue en el minuto 93' que Son encontró la puerta del gol y marcó el primero de la noche para Corea del Sur. Minutos más tarde, el equipo convirtió el segundo gol de la noche y cerca del final, el equipo nippón descontó para quedarse con la medalla de plata.

¡Mirá el festejo descontrolado tras ganar el oro!