A 10 minutos de comenzar el juego, un aficionado tuvo un paro cardíaco en una de las tribunas y la preocupación comenzó a ser la protagonista en el estadio Vicarage Road.
El español Marcos Alonso alertó rápidamente al personal médico del Chelsea sobre un incidente y gracias a su reacción el hincha pudo ser asistido. Los médicos de los Blues corrieron por la cancha para abordar la situación, le realizaron RCP y lograron estabilizarlo. El hombre debió ser trasladado en una ambulancia a un hospital.
Cuando todas las miradas se pusieron sobre una de las gradas, el árbitro David Coote llamó rápido a los capitanes (Moussa Sissoko y César Azpilicueta) para interrumpir el encuentro de inmediato.
Finalmente, luego de 23 minutos y confirmado el panorama positivo del hincha, los protagonistas regresaron a la cancha para reanudar el cruce.
"Los pensamientos de todos en el Chelsea Football Club están con el aficionado y todos los afectados. Nuestro agradecimiento al personal médico de Vicarage Road por su rápida respuesta", publicó el Chelsea en su cuenta oficial de Twitter.