Una amenaza de bomba en el vestuario local del estadio Tomás Adolfo Ducó retrasó el encuentro entre Huracán y River, programado para las 19:15, por la decimotercera fecha de la Superliga.
El revuelo se inició alrededor de las 18, cuando tras recibir un llamado anónimo al 911, el jefe del operativo de seguridad ordenó desalojar los vestuarios y al público que estaba en las tribunas.
Por protocolo, cuando se producen este tipo de episodios, la Policía debe revisar todos los sectores donde se podrían ubicar artefactos explosivos.
El procedimiento fue realizado por la Brigada Antiexplosivos, que luego de la requisa de rigor dio el visto bueno para que el partido se juegue.
Si bien se desconoce el origen de la amenaza de bomba, Nadur, presidente de la institución de Parque Patricios, descartó que la amenaza haya surgido por la decisión de prohibir la venta de entradas a nosocios.
comentar