"Al mediodía vamos a reunirnos para analizar el operativo, pero apelamos a la responsabilidad de cada uno de los hinchas", comentó el funcionario en declaraciones a Radio 10.
El partido se jugará sólo con público local y se da el curioso caso de que, si hay desempate, el partido a disputarse el miércoles 18 en estadio a confirmar (puede ser en River, Boca o Racing si es que Lanús es uno de los finalistas) se jugará con hinchas de las dos parcialidades, de acuerdo a la resolución de la AFA.
El partido está enmarcado no sólo en la tensión social que se vivió en el país en los últimos días y en los vergonzosos "festejos" de Boca por el Día del Hincha Xeneize sino también por un historial de violencia entre simpatizantes de ambos clubes.
Los orígenes de la rivalidad son difusos –algunos hablan de 1982 cuando, con San Lorenzo en la B y jugando de local en el Amalfitani, muchos pibes de Vélez se cambiaban de bando-, pero en los últimos años el folklore le dio lugar a una violencia inusitada que ya se cobró dos víctimas fatales.
El hincha del Fortín Emmanuel Álvarez fue asesinado en 2008 producto de un disparo en el pecho en la previa del partido, mientras que el "cuervo" Ramón Aramayo corrió la misma suerte un año después en circunstancias que nunca llegaron a esclarecerse.