"Me encanta el fútbol, soy fanático de River. Estando dentro de la casa me enteré de que salimos campeones de la Libertadores.
Me gritaron por atrás del paredón: '¡Francisco, mañana River juega la final de la Libertadores!'. Me puse re contento. Pero pensé que habíamos perdido porque la noche de la final llovía torrencialmente, se escuchaban bombos y en un momento se apagó todo y no hubo ningún grito más. Entonces pensé que habíamos perdido. Y después volví a escuchar los bocinazos y dije: 'salimos campeones'", recuerda el ganador de la casa más famosa del país.
"A River lo seguí mucho en la época que estaba en la B. Iba mucho a la cancha porque yo laburaba en una discoteca en Puerto Madero y el dueño era socio, y entonces podía llevar gente invitada. Así pude seguirlo en la B", cuenta Francisco, quien no sólo acompañó en la etapa más dura al Millonario sino que también estuvo presente en épocas doradas.
Quien recuerda haber compartido algunos de esos momentos junto a su padre. "Yo vivía en General Roca y mi viejo es fanático de River. Me traía de Roca a River en bondi y me invitaba a la cancha. Ya desde chiquito ves ese mundo y es una cosa de locos", asegura.
A dos meses del esperado
Mundial de Clubes, en el que River podría consagrarse como campeón del mundo, Francisco plantea un desafío: "Ojalá que ganemos, ojalá que demos la vuelta y me encantaría estar ahí. ¿Qué hago si gana River? ¿Viste que las chicas siempre dicen 'me pongo en bolas en el Obelisco'? Yo no me voy a poner en bolas, me voy a pelar, me rapo a cero.
Si River gana en Japón, este pelito se va, y me pongo 'River te amo' con la letra que hacen los peluqueros", concluye Francisco. ¿Cumplirá?