Tardó en aparecer. Lo hizo cuando muchos pensaban que no iba a dar la conferencia de prensa, y no les faltaba razón. El propio Marcelo Gallardo le confesó a los periodistas presentes: “Vine por respeto a ustedes, pero estaba muy caliente y no tenía ganas de hablar. Después me calmé un poquito y me dije ‘voy a tratar de dar la cara’, pero no tengo mucho para decir”.
Evitó, inicialmente, hablar del arbitraje. Lo hizo tomando la colectora del análisis del juego por donde se encargó de destacar “el esfuerzo de los jugadores”. Y enseguida aclaró: “No puedo analizar el juego con todo lo que pasó. Era un partido para perder por mucho y lo terminamos empatando. Y justamente el empate es como si lo hubiéramos ganado por mucho. Me deja esa sensación”.
Enseguida le recordaron aquello de mantener “la guardia en alto”, pero se excusó de responder aunque finalmente lo hizo: “No quiero hablar más de eso. Me criticaron mucho por una expresión y, en realidad, lo que espero es que no haya nada raro... ése es mi único anhelo... quiero creer, pero con situaciones como las que se dieron hoy se hace difícil”.
Enseguida, agregó otra reflexión de cara al futuro: “Espero que este partido no sirva para fortalecernos y empezar a mejorar. No teníamos en nuestros planes tener un arranque de año como éste. Por eso, es el momento de ponernos de pie. Corregir errores y empezar a mejorar para encarar lo que viene”.
Cuando se preparaba para dejar el recinto, le pidieron una reflexión más y fue en relación a una pregunta que se le leyó en los labios durante el juego dirigida a Baliño y sus colaboradores: “¿Vinieron para cagarnos?”. Entonces el DT recogió el guante: “Pido disculpas, no es una expresión que esté bien, pero con la sangre caliente se cometen ese tipo de errores. Desde mi lugar pido disculpas”.
Se paró, miró a todos y saludó a los periodistas de manera particular: “Buenas noches a todos... será hasta pronto”.