El recordado especialista llevó a cabo la primera intervención de este tipo en 1967, mientras lideraba un equipo de cirujanos en los Estados Unidos.

Este martes se cumplen 50 años desde que el doctor René Favaloro llevó adelante junto a un grupo de colegas de la Cleveland Clinic, la primera intervención para colocar un bypass aortocoronario. El procedimiento fue todo un éxito y abrió las puertas para perfeccionar un procedimiento que le salva la vida a unos 50 mil argentinos por año y a millones alrededor del mundo.

De La Pampa a Cleveland

El doctor René Gerónimo Favaloro (1923-2000) nació y se crió en La Plata, y a fines de la década de 1930 comenzó a cursar la carrera de medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de esa ciudad. Mientras cursaba la carrera comenzó a hacer sus prácticas en el Hospital Policlínico, donde una vez cumplido su horario, y tras cursar las materias volvía a controlar a “sus” pacientes.

Tras graduarse, quiso ingresar a trabajar como médico auxiliar pero se encontró con un obstáculo que lo llevó a tomar un camino totalmente opuesto. “[…] me llamaron desde la administración. Me explicaron, mostrándome una tarjeta, que de un lado debía llenar los espacios en blanco con mis datos personales y en el renglón final debía firmar que aceptaba la doctrina del gobierno. Del otro lado debía figurar el aval de algún miembro del partido peronista, quizá algún diputado o senador que corroborara mi declaración.”, escribió el propio Favaloro en su libro “Recuerdos de un médico rural” de 1980.

Profeta en otra tierra

Esta decisión lo llevó junto a su hermano Juan José a emigrar al pueblo de Jacinto Aráuz (La Pampa) donde ayudaron al doctor Dardo Rachou, un conocido que se encontraba muy enfermo y al borde del retiro. Sin embargo, lejos de quedarse en el confort de su puesto, Favaloro viajaba constantemente a La Plata para continuar estudiando y realizando cursos de capacitación, en los que conoció y se interesó por unas prácticas de cirugía torácica que se comenzaban a realizar en los Estados Unidos. Gracias a la gestión del médico José María Mainetti, pudo viajar hacia ese país en 1962, donde casi sin hablar inglés consiguió un puesto en la Cleveland Clinic, primero como residente y luego en el equipo de cirugía, donde inventaría el bypass. Su primera paciente fue una mujer de 51 años.

Favaloro creó esta técnica tras revisar la colección de cinecoronarioangiografías del Dr. Sones - más importante de los Estados Unidos - y estudiando la anatomía de las arterias coronarias y su relación con el músculo cardíaco. Allí comenzó a hacer sus primeros acercamientos a la técnica, que recién para 1970 se estandarizaría en la medicina mundial como bypass y sería publicada en revistas especializadas de los Estados Unidos y explicada en profundidad en su libro de 1970 el “Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria”.

Antes del bypass, los cardiólogos recurrían a una técnica que conectaba la arteria aorta y el músculo cardíaco utilizando la vena safena, sin embargo Favaloro decidió unir la vena safena con el extremo más distante de la arteria coronaria obstruida “saltando” el bloqueo y obtuvo un éxito con esa nueva técnica que luego diversos estudios científicos demostraron que es efectiva.

A pesar de ser un hombre que revolucionó la cardiología por ser el creador de una técnica que permitió salvar millones de vidas en el mundo, Favaloro se mostraba como una persona humilde, que anteponía los logros en equipo antes que los individuales.

Una de sus frases recordadas la que mencionó durante la conferencia “Marginalidad y pobreza de cara al tercer milenio”, dictada en la Universidad del Litoral en noviembre de 1997: “Nunca recibí distinciones a título personal. Para mí el “nosotros” siempre estuvo por encima del “yo”.

“El aporte de Favaloro trascendió las fronteras, en Estados Unidos es uno de los cinco médicos más famoso de la historia”, le indicó a la agencia Télam Fernando Cichero, presidente del Colegio Argentino de Cirujanos Cardiovasculares, y agregó que: “cuando viajo por el mundo y digo que soy de Argentina todos se sacan el sombrero por Favaloro”.

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Regreso al país

A pesar de contar con un futuro brillante en los Estados Unidos, Favaloro regresó al país en 1975 con el objetivo en mente de fundar una institución modelo que contara con tres pilares esenciales: la asistencia médica, la docencia y la investigación. Con ese objetivo creó la Fundación Favaloro junto con otros colaboradores para replicar lo que venía trabajando en la Cleveland Clinic.

En este instituto, que sigue formando nuevas generaciones de profesionales, ya se han realizado unas 13 mil cirugías cardiovasculares, de las cuales el 30 por ciento fueron por bypass.

“En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad”, dijo el médico en el Congreso de Bioingeniería de 1999.

El aporte de Favaloro a la medicina mundial fue fruto de un profundo conocimiento de su especialidad a partir de los trabajos en investigación que llevó adelante en Cleveland, Estados Unidos, donde junto con su equipo logró dar con una técnica que logró darle expectativa de vida a los pacientes cardíacos de todo el mundo.

El fin

En el año 2000, agobiado por la crisis financiera que atravesaba su fundación Favaloro le envió una carta al entonces presidente Fernando de la Rúa en la que le pedía ayuda para obtener fondos de salvataje por la crítica situación financiera de su fundación. Según contó el ex presidente, el cardiocirujano concluyó la misiva con una frase lapidaria: "Estoy desesperado". Entre las numerosas causas que Favaloro exponía en algunas de las siete cartas que envió a diversos funcionarios, reclamaba el pago de una deuda de 1.900.000 pesos que el PAMI tenía con la Fundación.

El por entonces interventor del PAMI, Horacio Rodríguez Larreta indicó en su momento que “no tenía una deuda verificada con la Fundación”, y sólo reconocía una serie de facturas emitidas entre 1993 y 1995 “que no figuraban en los libros contables de la obra social”.

Decepcionado ante la falta de respuestas por parte de las autoridades y de los empresarios, el cardiocirujano se suicidó el 29 de julio del 2000 de un tiro en el corazón.

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