"Ni un pibe menos, ni una bala más" es una de las frases que más resuena por Villa Zavaleta, después de que un balazo terminara con la cortísima vida de Kevin Molina, el 7 de septiembre de 2013.
Durante 3 horas, los vecinos de Zavaleta escucharon 105 disparos, que se efectuaron a tan sólo 50 metros de un destacamento y a 100 de otro. Se comunicaron con el 911 varias veces, pero nada (ni nadie) pudo evitar la muerte (el asesinato) de Kevin.
Por prejuicio, desidia y ausencia del Estado, la Villa Zavaleta es, según sus propios integrantes, una zona liberada. A partir del asesinato del pequeño de 9 años, los vecinos se organizaron de manera inédita y pusieron en marcha un "control popular de las fuerzas de seguridad", destinado a cuidarse entre ellos. Para ese entonces, explicaban que no iban a ocuparse de interpelar a otros habitantes del barrio, ni reemplazar a las Fuerzas de Seguridad, ni "buchonearse" entre ellos, sino que el objetivo sería "registrar a los efectivos que intenten amedrentarnos sin identificación, armarnos causas o rompernos puertas sin órdenes de allanamiento, como así también denunciar los abusos de autoridad que resultan recurrentes sobre los pibes más desprotegidos".
En estos días, integrantes de la agrupación "La Garganta Poderosa" difundieron la desgrabación de algunas de las llamadas que realizaron la noche del asesinato de Kevin al 911.
Un año sin Kevin
Como homenaje a Kevin, pero también como un grito de furia, indignación y pedido de visibilidad, los vecinos de Zavaleta organizaron para este domingo una jornada contra la violencia institucional, que arrancó con una marcha hacia el Ministerio de Seguridad (Gelly y Obes 2289, barrio Norte), a las 12.30, y que cuenta con el apoyo y presencia de referentes de Derechos Humanos y otras agrupaciones. Habrá olla popular, fútbol, cine debate, bandas y radio abierta.
"Todos somos Kevin", tal como denominaron al ensamble de actividades que realizarán durante todo este domingo, es la confirmación de la lucha y la perseverancia de vecinos que están hartos de ser estigmatizados, maltratados e invisibles para el Estado.