En el último año de pandemia se produjeron al menos 8.000 abusos sexuales de niños, adolescentes y jóvenes, dentro del ámbito de la República Argentina, reveló un informe de la ONG Defendamos la Argentina que destacó que "muchos de los abusos no se denunciaron, sin embargo la justicia trabaja cada vez más y sobre mayor cantidad de casos".
En su informe la entidad señaló que hace 24 horas un hombre que era buscado desde hace seis años por abusar sexualmente de sus dos hijas en Morón, fue hallado por la Policía Federal trabajando en un local de venta de artesanías regionales y recuerdos en Puerto Iguazú. El hombre quedó detenido y una vez finalizados los trámites legales, será trasladado de Misiones a Buenos Aires.
M. H. E. B. (su nombre no se difunde para preservar la identidad de las víctimas) fue detenido, acusado de haber abusado sexualmente de sus dos hijas durante siete años. A raíz de esos ataques, una de ellas quedó embarazada y fue madre en 2011. La investigación la llevó adelante el Juzgado de Garantías 2 de Morón.
"Sin embargo este caso es solo uno de los miles que asolan, destruyen emocionalmente y ponen en riesgo la vida de nuestros chicos y chicas en todo el país", dijo Javier Miglino, experto en protección de la Niñez y director de Defendamos la Argentina.
Para poner las cosas en negro sobre blanco -agregó el abogado-, es menester resaltar que gran parte de los abusos sexuales y violaciones se dan dentro del ámbito de la familia. Con los padres, hermanos, parientes cercanos y amigos como depredadores sexuales de niños, niñas y adolescentes. Este tipo de delitos prácticamente no se denunciaba hace 30 años y al día de hoy, las denuncias son miles y las condenas también se cuentan por miles cada año, lo que da una idea del extraordinario trabajo desarrollado por jueces y fiscales de todo el país.
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El letrado indicó que tomando en consideración que el 40 por ciento de la población de la Argentina reside en la Capital Federal y el Conurbano bonaerense, la mayoría de los delitos de este tipo se produce en este ámbito y son investigados por la justicia de instrucción de la Nación y por los juzgados de los diversos departamentos judiciales de la Provincia de Buenos Aires.
En el caso de jurisdicción nacional, "no son pocos los casos de jueces y fiscales que luego de un denodado esfuerzo, han desbaratado verdaderas bandas de pedófilos y depredadores sexuales que tenían sometidos sexualmente a miembros de su propia familia; lo que no solo es digno de resaltar sino que opera como un poderoso aliciente para que las víctimas pierdan el miedo y denuncien", dijo Miglino.
Miglino consideró que "en el último tiempo el periodismo ha compensado la falta de medios de los denunciantes, de la propia Policía y de la justicia, para dar con el paradero de los depredadores sexuales que ya no tienen el camino tan franco y seguro como hace años".
"Incluso en algunos casos -agregó-, las controvertidas redes sociales de Twitter y Facebook han ayudado a dar con los malhechores, lo que indica que en Argentina hay un fuerte compromiso con los chicos".
El especialista destacó que hace ya más de 70 años que desaparecen cientos de niños cada semana en los Estados Unidos de América y lo mismo ocurre en la actualidad en México y Colombia e incluso en Europa y particularmente en España, que goza del triste primer lugar en desapariciones de niños de la Unión Europea.
"Los pocos chicos que aparecen, relatan que fueron víctimas de abusos sexuales, en algunos casos perpetrados por familiares. Por eso es de la mayor importancia, ante la posibilidad de un abuso sexual, familiar o de sujetos que vivan en la cercanía, alertar a las autoridades judiciales, que de ese modo podrán poner en marcha los engranajes de una investigación formal, evitando el abuso sexual propiamente dicho o delitos aún peores como la desaparición de niños, niñas y adolescentes", concluyó el experto.