A quellos vecinos de la Ciudad de Buenos Aires que quisieron renovar su contrato en el arranque de 2019 se encontraron con aumentos de hasta 50% con respecto al último mes del acuerdo anterior y con actualizaciones semestrales mayores, según denunciaron desde Inquilinos Agrupados.
“Quienes están renovando contratos en estos días se encuentran, mayormente, con aumentos del 50% del último mes del anterior contrato al próximo y con actualizaciones semestrales del orden del 15 al 20%”, alertó a este medio Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados.
Muñoz alertó que “en dos años (2019-2020) habrá un aumento de más del 100%” y precisó que “se trata de valores muy superiores a la misma época del año pasado, cuando las renovaciones se hacían al 40% y los aumentos semestrales eran del 12% al 15%”.
A modo de ejemplo, desde la entidad señalaron que, con esta renovación del 50%, sumado a una actualización semestral del 15%, quien pagaba 10 mil pesos en diciembre de 2018 tendrá la siguiente progresión: $15.000 este enero; $17.250 en julio; $19.837 en enero del año que viene; $22.813 en julio de 2020. Esto significa 72% de aumento el primer año y un total de 128% si se toman en cuenta los dos.
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Si la actualización semestral fuera del 20%, las subas para un alquiler inicial de 10 mil pesos serían de hasta 159%, con lo que en julio de 2020 terminarían pagando casi 26 mil pesos.
“El 2019 será un año difícil para los inquilinos. La imposibilidad de seguir pagando los alquileres se viene materializando en sectores cada vez más amplios de quienes alquilan. Para entender la gravedad de la situación, basta con calcular cuánto van a pagar de alquiler quienes están renovando hoy sus contratos”, expresó el especialista.
Por otra parte, Muñoz analizó: “Las consecuencias para el sector son gravísimas. A algunos les impide llevar una vida digna, ya que destinan la mitad o más de sus ingresos en el pago del alquiler, las expensas y las tarifas de servicios públicos”.
“A otros, directamente, les impide renovar sus contratos, obligándolos a buscar opciones que deterioran su calidad de vida. Por ejemplo, mudarse a viviendas más pequeñas y más alejadas, alquilar habitaciones con baño y cocina de uso común o compartir viviendas con padres, hijos o hasta desconocidos”, concluyó.