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La figura de la Virgen de los Milagros, emplazada en el frente de una vivienda que es objeto de peregrinación por parte de los fieles, fue vista con lágrimas en los ojos
Una imagen de la Virgen de los Milagros ubicada en un barrio de la zona sur de la ciudad de San Rafael (Mendoza) es objeto de culto por parte de los fieles católicos que aseguran que la misma llora sangre.
La imagen emplazada en el frente de una vivienda del callejón Iguazú ya era objeto de peregrinación desde 2005 cuando comenzó a asegurarse de que exudada aceite.
No obstante, desde la semana pasada se puede observar que parece emanar sangre de los ojos de María, por lo que la cantidad de peregrinos de incrementó en forma exponencial. El líquido ya fue analizado por el médico Miguel Soler, quien aseguró que "se trata de glóbulos rojos y hemoglobina positiva", las condiciones para que la sangre, aunque no precisó si era humana o de animal.
El profesional, por pedido del obispado de San Rafael, fue el encargado de extraer la sangre y llevarla a un laboratorio. Según se supo, la propietaria de la vivienda se niega a salir de la misma y a tomar contacto con la gente, mientras es asistida por un sacerdote.
Una cuñada de la mujer, llamada Marisa, indicó que el pasado sábado personas del Obispado local se encargaron de tomar muestras y limpiar el rostro de la virgen, emplazada en una pequeña hermita, pero las lágrimas rojas volvieron a salir al día siguiente. En tanto, los fieles rezan en forma diaria el rosario frente a la vivienda, la cual permanece cerrado y con un cartel que reza la prohibición del ingreso.
Foto: Diario Los Andes de Mendoza
No obstante, desde la semana pasada se puede observar que parece emanar sangre de los ojos de María, por lo que la cantidad de peregrinos de incrementó en forma exponencial. El líquido ya fue analizado por el médico Miguel Soler, quien aseguró que "se trata de glóbulos rojos y hemoglobina positiva", las condiciones para que la sangre, aunque no precisó si era humana o de animal.
El profesional, por pedido del obispado de San Rafael, fue el encargado de extraer la sangre y llevarla a un laboratorio. Según se supo, la propietaria de la vivienda se niega a salir de la misma y a tomar contacto con la gente, mientras es asistida por un sacerdote.
Una cuñada de la mujer, llamada Marisa, indicó que el pasado sábado personas del Obispado local se encargaron de tomar muestras y limpiar el rostro de la virgen, emplazada en una pequeña hermita, pero las lágrimas rojas volvieron a salir al día siguiente. En tanto, los fieles rezan en forma diaria el rosario frente a la vivienda, la cual permanece cerrado y con un cartel que reza la prohibición del ingreso.
Foto: Diario Los Andes de Mendoza
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