Los trabajadores bancarios realizaron ayer una movilización por la city porteña que culminó con un acto en las intersección de las calles Juan Domingo Perón y Reconquista, donde el titular de Asociación Bancaria (AB), Sergio Palazzo acompañado por el secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, reclamó que el Confederal de hoy promueva un paro nacional.
Tras la movilización de miles de trabajadores de la actividad bancaria que insumió más de una hora y media por las calles del centro porteño, Palazzo y Moyano se subieron a una improvisada tribuna montada sobre la caja de un camión.
Moyano fue el primer orador y destacó que "ya sabemos lo que pasa en el país; tarifazo, inflación, impuesto a las ganancias y durante el Confederal, la Federación de Camioneros acompañada por varias organizaciones sindicales vamos a pedir en concreto y basta de palabrerío y reuniones: un paro general de 24 horas para el mes de octubre".
Al respecto sostuvo que "seguramente los compañeros bancarios van a acompañar nuestra propuesta y en el Confederal se va a facultar al Consejo Directivo para que ponga fecha del paro nacional, para demostrarle al gobierno de Mauricio Macri que hay una porción importante de la Argentina para la que él no gobierna".
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"Macri -añadió- gobierna para el campo, para los bancos y las mineras, porque si no cómo puede ser que un bancario o un recolector de residuos paguen ganancias y no lo hagan las mineras, los bancos y el campo".
Por su parte, Palazzo planteó que "estamos en la calle porque a la Argentina no le va bien, como le prometieron en la campaña electoral. No fue aquella promesa cuando el Presidente dijo 'en mi gobierno nadie va a pagar ganancias', porque la primera medida que tomó en ese sentido incluyó a 20.000 bancarios más a pagar ganancias que antes no pagaban. No fue precisamente la promesa electoral que íbamos a estar mejor porque la inflación iba a bajar".
En ese sentido dijo que "si ustedes recuerdan a principios del mes de diciembre, el ministro de Hacienda que hoy niega la posibilidad de una reunión con la CGT, decía en aquella entonces que la inflación iba a estar entre 25 o el 20 y que los dirigentes gremiales teníamos que elegir entre discutir salarios o puestos de trabajo. Le quedó claro que nosotros y la mayoría de las organizaciones gremiales vamos a discutir salarios y puestos de trabajo. No cambiamos rebajas salariales para que nos mantengan los puestos de trabajo".