Aunque en el lugar todavía había niños y adultos, de milagro no hubo personas heridas ni atrapadas. “Podría haber matado a cualquiera”, declaró el papá del cumpleañero, un nene de 4 años.
El techo de un salón de fiestas en el barrio porteño de Caballito se derrumbó después del cumpleaños de un niño de 4 años y de milagro no hubo personas heridas ni atrapadas. El derrumbe sucedió el jueves por la tarde en el salón de fiestas Funky, ubicado sobre la calle Paysandú al 1100 en Caballito, minutos después de que haya finalizó un cumpleaños donde había niños y adultos. De acuerdo a la información, el cielorraso de durlock se desprendió.
"En la planta baja, en un ambiente de 4 por 10 metros, se desprendieron aproximadamente 3 por 8 metros de placas de durlock del cielorraso, desde una altura de 2,8 metros, sin que quedaran personas atrapadas", detallaron. Al lugar concurrió personal de Guardia de Auxilio, quienes se abocaron a la inspección del inmueble, que consta de planta baja y un piso.
Dicho salón cuenta, para los más chicos, con un pelotero, plaza blanda, cancha de fútbol, metegol, un laberinto y una nave móvil. Mientras que para los adultos hay salón comedor, sumado a un jardín con parrilla.
El padre del niño al que le festejaban el cumpleaños dijo a los medios que la estructura del lugar “podría haber matado a cualquiera”.
Damián, el papá del cumpleañero mencionó: “Estuvimos en ese ambiente cantando el feliz cumpleaños y cuando terminamos nos invitan a trasladarnos al espacio contiguo, y en menos de un minuto se desplomó toda la estructura”.
Por otro lado, Sergio, el padre de una niña que había asistido a la fiesta detalló que “llegaron al momento de la torta y después pasó todo lo que ya se sabe”.
“A mi nena la tranquilice un poco y le explique que fue algo del momento pero que está todo bien. Estaba nerviosa pero por suerte no le pasó nada grave”, describió Sergio.
Luego, el foco volvió hacia el progenitor del cumpleañero, el cual agregó: “Los dueños del lugar se presentaron y se pusieron a disposición, pero aseguraron que no había pasado nada, me parece que falto responsabilidad de mantenimiento y por eso pedimos el acta de inspección pero no había nada”.
Por último, concluyó: “Se tienen que asegurar los espacios en donde hay menores”.