Desde aquella Noche Buena de 2010, cuando se inauguró, Casa MANU creció tanto que cuesta enumerar en tan sólo un párrafo: organizó multitudinarias correcaminatas solidarias por el Día Mundial de Lucha Contra el Sida (este año hará la séptima) y ferias americanas; realizó talleres de concientización y prevención del VIH en escuelas, colonias de vacaciones, y otras instituciones, y fue acreedora de varios premios (el último, “Flor de Mujer”, a su fundadora Silvia Casas). Pero lo más importante es que en estos años albergó a 87 chicos con VIH en situación de abandono.
En este hogar, ubicado en la localidad de Monte Grande (partido de Esteban Echeverría), conviven actualmente 21 chicos de entre 45 días y 18 años. Hasta hace unos años, los números decían que la mayoría de los que llegaban allí – a través de la Justicia de Menores Los Hogares de Belén (servicio del Movimiento Familiar Cristiano) y del Servicio de Infectología del Hospital Garrahan- eran adolescentes y pre adolescentes. Pero desde hace un tiempo, la tendencia cambió: de los 21 menores que comen, duermen, juegan y reciben contención allí, 15 tienen menos de un año. La cifra sorprende a Casas y al resto del equipo que la acompaña. Pero también los preocupa: muchos de esos chicos llegan con problemas neurológicos causados, por ejemplo, por el consumo de sustancias de sus madres durante el embarazo.
"Los chicos no deberían quedarse mucho tiempo en el Hogar, pero en general, por los tiempos de la Justicia, pasan en promedio entre 3 y 5 años", describe a Diario Popular Javier Iturriaga, coordinador de Relaciones Institucionales y Públicas de Casa MANU. Esos primeros años de vida “son los más importantes en el proceso de desarrollo cognitivo”. Atentos a esta realidad, desde la ONG comenzaron a pensar de qué manera podían darles una mejor de calidad. Así surgió la iniciativa de construir un espacio multisensorial.
Es una sala con materiales diseñados para que los chicos estén expuestos a estímulos sensoriales controlados que son programados por el profesional a cargo (terapista ocupacional, fonoaudiólogo, kinesiólogo, psicólogo) para provocar en ellos un cambio en la respuesta de su cuerpo frente a una mínima acción provocada por él.
Estará equipado de luces, aromas, sonidos y colores con funciones específicas para provocar esos estímulos en los chicos.
Para construir este espacio, Casa MANU necesitará reunir, en principio, unos 500 mil pesos. Y esa cifra no incluye el equipamiento.
Casa MANU se sustenta económicamente a través de donaciones privadas y de los fondos que recolectan en las diversas actividades que llevan a cabo: ferias americanas, correcaminatas anuales y otros eventos solidarios. Además, reciben donaciones de particulares de ropa, útiles escolares, pañales y medicamentos. En el hogar, trabajan unos 50 voluntarios. Para afrontar este nuevo gasto –enorme, pero necesario- apelan, una vez más, a la solidaridad de la sociedad.
*Se puede donar desde 50 a 500 pesos, a través de una plataforma virtual: se puede acceder haciendo click acá
*Para celebrar los 15 años de la ONG, realizará un Baile Aniversario a total beneficio del hogar. Será el 7 de octubre, a las 21, en el Club de Leones de Monte Grande (9 de Abril 222).
*Otra Feria Americana se realizará el próximo 15 y 16 de septiembre.
*La ya clásica Correcaminata solidaria se realizará, por séptimo año consecutivo el 3 de diciembre. Allí se puede colaborar de diversas maneras, ya sea inscribiéndose como corredor/caminante o como sponsor. Es un evento para toda la familia que se hace, con motivo del Día Internacional de Lucha contra el Sida, impulsado por Casa MANU y auspiciado por el municipio de Esteban Echeverría. En las correcaminatas anteriores, participaron más de 2 mil personas.
Casa MANU espera reunir los fondos suficientes como para comenzar la construcción de la sala multisensorial en enero o febrero de 2018. Las ganas, el trabajo, la contención ya están marcha… hace 15 años.
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