Con una misa que ofició el obispo de Bariloche, monseñor Fernando Maletti, y bajo el lema “Caminamos con fe pidiendo tu protección”, comenzó en el santuario del barrio porteño de Liniers la novena de San Cayetano, patrono de la providencia, del pan y del trabajo.
La novena continuará con misas por las intenciones colectivas y particulares hasta el 6 de agosto, víspera de la celebración de las fiestas patronales del santo.
“Oraremos cada día por intenciones distintas, muchas de ellas que se reiteran todos los años, como las de los trabajadores, los peregrinos y los enfermos”, indicó el párroco del santuario, presbítero Gerardo Castellano.
“Las invocaciones a San Cayetano por pan y trabajo están íntimamente relacionadas con la devoción de antiguos vecinos del barrio de Liniers”, indicó el sacerdote al explicar las multitudinarias manifestaciones de fe que se reiteran cada año en el santuario.
“San Cayetano es el patrono de la providencia” agregó y recordó que “cuando fue construida la capilla que antecedió al santuario y fue puesta bajo la invocación del santo, un vecino de Liniers le pidió por sus sembradíos; le fue bien y entonces se comprometió a difundir su devoción en agradecimiento a la gracia recibida”.
“De ahí que la imagen de San Cayetano esté acompañada por una espiga de trigo y la providencia se aúne con el pan y el trabajo”, explicó Castellano.
Comienza la vigilia
La vigilia comenzará el 6 de agosto y ese día, desde las 16 hasta las 19, una imagen del Santo recorrerá la fila de los peregrinos que aguarden la apertura del templo, ubicado en Cuzco 150.
A la hora 0:00 del 7 de agosto se abrirán las puertas del santuario para el ingreso de los peregrinos y uno de los obispos auxiliares, el presbítero Castellano y los sacerdotes que participen de la celebración, impartirán la primera bendición del día.
Allí habrá misas cada hora desde las 4 hasta las 11 y de 13 a 23, en las horas impares.
Bergoglio en la celebración
El programa prevé, además, que a partir de las 9 se realicen oficios religiosos en el tarimado instalado a tal efecto sobre la calle Cuzco.
Castellano indicó que la misa de las 9 será encabezada por el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de la Zona Devoto, monseñor Raúl Martín, y puntualizó que la celebración central se realizará a las 11 y estará presidida por el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina. Posteriormente, Bergoglio bendecirá a los fieles y saludará a quienes esperan entrar en el santuario.
Indicó además que dentro y fuera del templo se impartirán bendiciones a las personas e imágenes u objetos religiosos desde la medianoche, cada 15 minutos.
En el santuario habrá sacerdotes para confesar a los fieles y lugares destinados a las ofrendas, dentro y fuera del templo, que serán recibidas por colaboradores de la parroquia identificados con credenciales.
Castellano recordó entre las tradiciones del santuario “una consigna que nos acompaña desde 1960, cuando instamos a los fieles a que cambiaran sus promesas de velas y flores por ropa, alimentos no perecederos y medicamentos” para los necesitados.
“Así lo solicitamos también este año y esperamos que el fervor de los fieles se manifieste una vez más en favor de quienes más nos necesitan”, deseó.
Cuidaba enfermos incurables
San Cayetano nació en la localidad veneciana de Vicenza, en 1480 en el seno de una familia noble y adinerada y tras estudiar Teología y Derecho Civil y Canónico y desempeñarse como secretario del Papa Julio II, se ordenó sacerdote.
Creó en Roma la asociación de clérigos “Cofradía del Amor Divino” y luego ingresó al oratorio de San Jerónimo en Vicenza para trabajar con las personas menos favorecidas, como los pobres y enfermos incurables del hospital y lo mismo hizo posteriormente en Venecia.
Fue uno de los fundadores de la Congregación de los Teatinos que tenía como finalidad la renovación del clero, la predicación de la sana doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los Sacramentos.
Murió en Nápoles a la edad de 77 años, el domingo 7 de agosto de 1547 y fue canonizado en 1671.