La fiebre del Mundial sostiene su temperatura con filtraciones de audios en torno a las miserias de un plantel o la fantasía miserable que alguno deja correr. El pulso de la Argentina gira en torno a una pelota y el FMI es la sigla que menos se oye mientras FIFA -en medio de su principal show- domina la escena. En ese contexto, entonces, una fundación comparó la calidad educativa argentina con el resto del mundo.
El Observatorio Argentinos por la Educación utilizó dos tipos de mediciones -Pruebas PISA que miden calidad y la tasa bruta de escolarización-, para comparar a la Argentina con el resto de los países y a partir de esos datos imaginar la performance de la Selección no por cualidades futbolísticas, sino congnitivas.
Según ese estudio y los datos, en un equipo de 11 jugadores, siete obtendrían un puntaje por debajo de la mínima de los valores. Juego aparte, solo cuatro de cada 11 chicos obtienen desempeños altos. En Islandia, la relación es de 9 sobre 11. En comparación con sus compañeros de Grupo, la Argentina solo superaba en valores de educación a Nigeria.
Si la mayor cualidad fuese la matemática, Islandia tendría a su Lionel Messi. Sin embargo, hay aspectos en los que pese a las adversidades existentes tienen al país en un mejor contexto. Argentina sí supera a Croacia y Nigeria en inclusión: la tasa de escolarización secundaria es similar a la de Francia
De acuerdo con su próximo rival de octavos, la Argentina posee una tasa de escolarización en nivel secundario similar a la francesa, que además supera a las de Croacia y Nigeria. En esa materia, nuestro país tiene una tasa del 107,1 por ciento y Francia 111,1. Otros países en esa franja son Uruguay (111,6) o Rusia (104,8). Croacia, que le ganó 3 a 0 al equipo de Sampaoli, también supera en calidad educativa, pero no en términos de acceso.
Si bien el informe distingue inclusión y calidad como dos variables distintas, lo cierto es que resultan inseparables. Así lo entiende Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO y profesora de la Universidad Nacional de La Plata. “Para que las oportunidades de la escolarización generen posibilidades equitativas de vida a todos los que concurren a la escuela, es necesario que la experiencia escolar otorgue los instrumentos y recursos que el mundo contemporáneo exige para participar activamente del intercambio social, político, económico y cultural. De no ser así, nuestras escuelas alimentan en los alumnos esperanzas que terminarán necesariamente en frustración”, concluyó la investigadora.
En esos términos, la mayor parte de nuestra Selección tendría dificultades para resolver los problemas más sencillos. La Argentina está en el puesto 30 a nivel mundial en cobertura en secundaria según UNESCO, y en el puesto 59 en calidad educativa de acuerdo con las pruebas PISA.