Corrida cambiaria. Apertura de mercados. Anuncios de quita del IVA. Incertidumbre de la economía. Los últimos siete días fueron un "desconcierto para todos nosotros", resumió Rodolfo Silva, presidente del CIPDO -Centro de Industriales Panaderos del Oeste-, en relación a cómo viven desde esta semana los panaderos. Es que uno de los rubros centrales de la economía y el consumo fue fuertemente golpeado por el aumento del dólar, acaso la divisa de origen estadounidense que rige el camino en esta parte de Sudamérica.
Silva aseguró, en diálogo con POPULAR, que "todo está paralizado, nada se mueve porque no se sabe nada". Día a día, contó, llegan los proveedores con la misma falta de certeza, aunque observan lo inevitable: seguirán los aumentos. "Vienen y nos entregan la levadura, el azúcar con la factura en blanco, o sea, un remito. Después nos van a poner el precio. Y va a ser más caro, seguro", sentenció.
"El panadero hoy, con este gobierno, está acorralado y vamos a tener que aumentar el kilo del pan", afirmó como una posible salida transitoria a una crisis a la que se le suma las subas en gas, electricidad y agua, más las cargas sociales de los empleados.
En la misma sintonía se expresó Raúl Santoandré, de la FIPPBA -Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires-, quien sintetizó que lo sucedido en la última semana es un doble golpe al sector antes del final de un año "en el que está todo terrible y ya no sabés si vas a poder abrir mañana".
"Nosotros compramos en dólares y vendemos en pesos. O sea que compramos el insumo básico en un precio a moneda extranjera y luego vendemos el kilo de pan en pesos", comentó.
Antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias y del revés para la gestión de Mauricio Macri, la bolsa de harina -contiene 50 kilos- tenía un valor de entre 900 y 950 pesos. Pero a partir de lunes 12 de agosto se incrementó a 1.400 pesos.
"Hoy ya conseguís panaderías que aumentaron y venden el kilo del pan a unos 100 pesos para arriba. Y ni hablar de las facturas, las tortas", afirmó Santoandré.
En las próximas semanas no descartan que el incremento se generalice y ya no encuentre resistencia en los comercios de barrio, en donde intentan sostener un valor económico, incluso a escondidas de la AFIP.
"Muchos locales, generalmente los que están lejos de las avenidas, eliminaron el CUIT y ya empiezan a trabajar en negro. No queda otra. Si no hacen así desaparecen", explicó Silva.
Por su parte, Diego Cifarelli, presidente de la FAIM -Federación Argentina de la Industria Molinera- detalló que "la harina se ajusta por la variable dólar, que está directamente relacionada con el trigo".
"Va a impactar en el valor del trigo y vamos a ver aumentos de precios en todos los derivados de las harinas”, agregó en A24.