El pasado viernes, el Ministerio de Salud de la Nación confirmó que la Argentina está atravesando un aumento sostenido de casos de gripe A, con un número registrado que no se veía desde 2016. Este tipo de influenza afecta principalmente a adultos mayores de 65 años, niños pequeños, personas gestantes y a quienes tienen enfermedades o condiciones crónicas.
La Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación al informar sobre el aumento de la Gripe, también advirtió que en la última semana se notificaron 845.523 casos positivos y hubo algunas demoras en algunas guardias del país.
La Gripe A es una enfermedad viral sumamente contagiosa pero en general, quienes padecen la enfermedad se recuperan en un máximo de dos semanas sin tener que recibir un tratamiento.
Los síntomas a los que hay que estar atentos para poder evitar los caso graves y detectarlo a tiempo es el dolor de garganta, de cabeza y muscular, dificultad para respirar, congestión nasal, tos y fiebre. En algunos casos, los más graves, puede desarrollar complicaciones, incluso la muerte.
Una de las formas más fáciles de contagiarse y de que se transmita el virus es por gotitas provenientes de la vía respiratoria de una persona enferma, a través de la tos, estornudos o simplemente cuando habla. Para prevenir el contagio, se recomienda un frecuente lavado de manos, evitar acercarse a personas que padezcan gripe y cubrirse la boca o nariz al toser o estornudar.
Para reducir posibles hospitalizaciones, el Calendario Nacional de Vacunación incluye una dosis antigripal que debe aplicarse en otoño, antes de los primeros fríos, y que se encuentra prioritariamente indicada para los grupos de riesgo mencionados.
Los contagios se detectaron en todos los grupos de edad, con el mayor número de muestras positivas en el grupo de entre 25 y 34 años y de 45 a 64 años.
La tasa de incidencia acumulada fue de 1.828 casos por cada 100.000 habitantes, un pico de contagios que no se registraba desde 2016.
En relación al virus influenza tipo B, precisaron que los casos de este tipo comenzaron a tener una presencia importante a partir de septiembre.
Al concluir, destacaron que, si bien el virus influenza suele tener mayor incidencia en los meses más fríos, este año mostró un comportamiento totalmente diferente.